jueves, 13 de mayo de 2021

Contigo, nadaré en todos los mares

 



 

Estás muy lejos para poder acariciarte,

Eres como ola de la playa que llega a la orilla

y sin fuerza se desvanece.

Cuesta entender como siendo tan efímera,

pude fijarme en tu silueta, intangible a las miradas.

Tan disoluto, como el soborno de la tierra al sol.

 

Poesía dispersa, en ese viaje, que es un imposible

una separación consecuente por la lejanía,

que todo lo desvanece con un olvido místico,

como las promesas hechas a las nubes.

 

Estás tan lejos, para poder hablarte a menudo,

que me sobran adjetivos a deshoras, muriendo,

fuera de horario, y diluyendo mi voz,

al querer revelarlo cuando sueñas

 

En la memoria me distraes, girando quimeras,

surtidas con delirios melodiosos, tan ceñidos,

por deseos profanos, frente a un horizonte ilusorio,

que nos aísla, cual trovador y su musa.

 

Entorno mis párpados, mortecinos,

y no distingo ruido por tu nostalgia o la mía,

que harta de esperarte en la playa,

decrece a medida que las olas dejan de batir.

 

Concibo que estás allende los vientos,

y aún no te conozco, aunque leas mis cantares.

Jamás, nunca nadé por escuchar tus lamentos,

Perdóname, voy de paso. Te soy sincero.

Un placer imaginarte y que sepas.

Contigo, nadaré en todos los mares









 


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