Por ser hoy; la fecha que es. En general, noto que todos se preguntan, o quizás, curioseando con más precisión y exactitud, nos preguntamos. ¿Qué estábamos haciendo en este mismo 23 de febrero del año 1981?, pero de hace cuarenta años.
Qué sucedió aquella
célebre tarde, cuando bajaron de un autobús un grupo de guardias y entrando en
el Parlamento. Sembraron con un miedo intangible, el desconcierto más
desorganizado que podíamos imaginar. Asaltando de una forma ingrata los escaños
del Congreso, con el fin de amenazar gravemente la Democracia.
__ ¡Al suelo todo el mundo! __ Gritó,
aquel coronel, y se escucharon los proyectiles de los fusiles, tropezar con el encofrado
del techo de aquel enclave.
Aquel día para Hardy Montañez, era especialmente complicado, a primera
hora de la jornada, estaba presente en el Hospital de la ciudad, esperando el
final de la intervención quirúrgica que sometían a su padre. Un hombre, más
bien de la tercera edad, que le extirpaban de un pecho, algo que después resultó.
No ser maligno.
Con lo que tuvo que trastocar los inicios de su ardua jornada. En
una existencia quizás inesperada para él, que se las prometía de <Majestad del Mambo> y se había quedado en poco menos, que un meterete, que iba de un
sitio para otro, sin encontrar, aquello que es capital. Su felicidad
Casado, con tres hijos, un empleo muy complicado por las dificultades
y las envidias entre colegas, que entrañaba más agravio, que buen hacer. La
hipoteca del piso, las letras del coche, los recibos de los colegios de los
niños. El todo insuficiente de aquello no
hallaba, y el tenerse que llevar a su madre a su casa, mientras se resolvía el
tema de la operación del padre. Sabiendo que, Deborah, y la señora madre, de Hardy,
se llevaban a matar.
Al llegar a casa por la tarde, se enteró de un modo raro, notó
que el telediario de las nueve de la noche no daba comienzo, y aquello le
auguró malos mayores. Viendo que la cosa no estaba normal, quiso saber más y al
conectar la radio, observó que prácticamente en alguna de las ciudades de la
piel de toro, se comenzaban a preparar los tanques, para salir a la calle.
Fue una noche muy tensa, dicen los que saben del tema, que
pronto se solucionó, y fue de forma magistral. La operación del padre de Hardy,
acabó con salud, y en pocos días volvió a su casa, con lo que no hubo disputas
entre la esposa y la suegra. Cuarenta años han pasado, muchos de los que
protagonizaron aquella fecha son pasado, algunos incluso difuntos, y como si
hubiera sido la interpretación del salto del trapecio de un circo, ahora cada
uno lo recuerda, como puede.
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