martes, 23 de febrero de 2021

Más de uno, se fue patas para abajo

Por ser hoy; la fecha que es. En general, noto que todos se preguntan, o quizás, curioseando con más precisión y exactitud, nos preguntamos. ¿Qué estábamos haciendo en este mismo 23 de febrero del año 1981?, pero de hace cuarenta años.

Qué sucedió aquella célebre tarde, cuando bajaron de un autobús un grupo de guardias y entrando en el Parlamento. Sembraron con un miedo intangible, el desconcierto más desorganizado que podíamos imaginar. Asaltando de una forma ingrata los escaños del Congreso, con el fin de amenazar gravemente la Democracia.

 

__ ¡Al suelo todo el mundo! __ Gritó, aquel coronel, y se escucharon los proyectiles de los fusiles, tropezar con el encofrado del techo de aquel enclave.

 

Aquel día para Hardy Montañez, era especialmente complicado, a primera hora de la jornada, estaba presente en el Hospital de la ciudad, esperando el final de la intervención quirúrgica que sometían a su padre. Un hombre, más bien de la tercera edad, que le extirpaban de un pecho, algo que después resultó. No ser maligno.

Con lo que tuvo que trastocar los inicios de su ardua jornada. En una existencia quizás inesperada para él, que se las prometía de <Majestad del Mambo> y se había quedado en poco menos, que un meterete, que iba de un sitio para otro, sin encontrar, aquello que es capital. Su felicidad

Casado, con tres hijos, un empleo muy complicado por las dificultades y las envidias entre colegas, que entrañaba más agravio, que buen hacer. La hipoteca del piso, las letras del coche, los recibos de los colegios de los niños. El todo insuficiente de aquello  no hallaba, y el tenerse que llevar a su madre a su casa, mientras se resolvía el tema de la operación del padre. Sabiendo que, Deborah, y la señora madre, de Hardy, se llevaban a matar.

Al llegar a casa por la tarde, se enteró de un modo raro, notó que el telediario de las nueve de la noche no daba comienzo, y aquello le auguró malos mayores. Viendo que la cosa no estaba normal, quiso saber más y al conectar la radio, observó que prácticamente en alguna de las ciudades de la piel de toro, se comenzaban a preparar los tanques, para salir a la calle.

Fue una noche muy tensa, dicen los que saben del tema, que pronto se solucionó, y fue de forma magistral. La operación del padre de Hardy, acabó con salud, y en pocos días volvió a su casa, con lo que no hubo disputas entre la esposa y la suegra. Cuarenta años han pasado, muchos de los que protagonizaron aquella fecha son pasado, algunos incluso difuntos, y como si hubiera sido la interpretación del salto del trapecio de un circo, ahora cada uno lo recuerda, como puede.











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