Dicen que todo tiene su final,
nadie
dura cien años, reluciente
y el que
llega, no está lo suficiente
ágil para
ser tan original.
Con lo
que está cayendo, tan virtual,
si llego
a cien, será muy sorprendente.
Me pongo
como ejemplo trascendente
Creyendo,
en la vacuna terminal.
Hacer comparaciones
no debiera,
porque
opiniones las hay que me aburren,
pero
quien me dice a mí, que entendiera,
y poder explicar,
sin que me zurren
que tienen
solución y en primavera,
ya todos saludables,
me apachurren.
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