lunes, 13 de abril de 2020

Estarán permitidos











En cuanto den luz al confín divino,
dejaré mi reten domiciliado.
Aprenderé de nuevo lo olvidado
y volveré a pasear con el vecino.

Distancias guardaré, como felino
tendría que ser magia, y educado,
como siempre las ocho. Ya he brindado
por los merecedores del destino.

Te volveré a tocar, libre como antes,
mascarilla en el morro y cariñoso.
Si lo obligan, por ley. Besos distantes.

Siendo yo mismo, tu amante animoso
el que antes de afluir los avasallantes
disfrutaba, de tu poema orgulloso






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