Qué fácil es hablar y así mentir
diciendo sin pensar palabras necias,
expresar ilusiones no tan regias
destruyendo el principio del sentir.
Actores somos todos al fingir
pronunciando palabras tan egregias,
falsas mentiras dichas con miserias
tan solo por quedar bien y cumplir.
Quisiera ser normal con el falsario,
personaje que miente por costumbre,
soportar su amenaza de adversario.
Si supieran los reyes del deslumbre
que los ojos delatan al misario.
Dejarían de hablar de incertidumbres.
0 comentarios:
Publicar un comentario