viernes, 13 de mayo de 2016

Unas migas a lo virgitano


El sábado 7 de mayo, día de San Benedicto, estaba fechado el edicto y el encuentro entre los amigos entrañables de Berja. Los ya, famosos Virgitanos, que nos reunimos con asiduidad para disfrutar de lo que nosotros calificamos como: el alboroto vivencial y nos unimos todos enredados, como dice el refrán: "las churras con las merinas"



Había amanecido con nimbos. Encapotado con esos nubarrones que amenazan con tormenta, a las que ahora le han puesto nombre. Les dicen oficialmente: Las 'mammatus' _  Así es como nos las presentó una de tantas noches en su programa del tiempo, la señora López . (Mónica López) la meteoróloga de RTVE.

Nos instruyó sobre lo que son los cielos que vienen cargados de agua, mamas como las ubres femeninas, cuando vienen cargadas de materia. Por eso se les denomina de ese modo, significando ese contenido, en una graciosa metáfora. El surrealismo en los cielos, aportados por la simbología meteorológica


La naturaleza, siempre sorprendente, es capaz de plasmar en el cielo los paisajes más dispares. Aunque a veces, la belleza sea la telonera de una inminente tormenta. 



Estas son las nubes Mammatus como se les conoce 
en los foros oficiales





Sin salirnos del cometido de nuestro mensaje y yendo a lo nuestro; amenazaba lluvia, aunque frío no hacia y apetecía salir a cascarla.


Nosotros como siempre teníamos plan de distracción, de pasarlo bien y de comer mejor, en Cardona y no nos quejamos, y veréis por qué. 




Allí nos fuimos, y de rechupete. Vamos de lujo. Nos recogieron en la puerta de casa, mi amigo Sebastián, y disfruté de su coche precioso, de su charla y de su amistad, que gracias a Dios la disfruto desde hace décadas. 



El camino fue ameno charlando de recuerdos, de aquellos momentos que quedan en nuestras memorias por su contenido de fruición, por haberlos gustado a lo grande y haber reído no poco, hasta llegar a la Cardona histórica, a esa Villa que se mantiene respetando su grandeza, su abolengo, su idiosincrasia tradicional y por supuesto su belleza que sumada a sus efemérides y sus raíces, la hacen prevalecer con su identidad original.




Esa urbe que al visitarla, emergen las alegrías, consiguiendo además aquellos gramos de vida, que desperdigados en tus ternillas, vuelvan a reactivarse por el mero hecho de estar cuerdo, sano y sensible, al frecuentar semejantes parajes.



Todo vino a pedir de boca, los saludos, el encuentro con los demás, aunque las bocas no hablaban mas que de lo presente, en nuestros recuerdos emergían aquellas evocaciones que habíamos vivido en el pasado. Que pervivirán por siempre. 





A lo lejos, más que a lo lejos a lo alto, el castillo medieval de Cardona, ahora transformado en un conjunto y paradigma de lo que en su época fue, con su carga ilusoria de hechos acontecidos, que gracias a los trovadores, a los poetas y escribanos llegaron a ser conocidos por el pueblo llano, el que ahora se queda boquiabierto al sopesar sus reales circunstancias.

El santuario ahora es un precioso Parador Nacional, donde puedes disfrutar de la comodidad, el buen yantar y de sus preciosas vistas desde la torre de las famosas ' Minyones ' que traducido al lenguaje de Cervantes quiere decir las 'criadas'. La torre de las criadas.




Desde donde tantos sucesos amatorios se dieron entre aquellas mujeres encorsetadas con ansiedad y ganas de sexo y lujuria que en silencio recogían las caricias, los sobos, los abusos inclusive los coitos desesperados a espaldas de sus esposos. Ellos beodos por el poder, el vino y el prostíbulo con otras damas, algunas cortesanas, otras rameras de alto copete, que agraciadas y apetecibles descorchaban para su placer primitivo.

Dejando despintar y envejecer las educadas y obedientes damas de los señores del palacio, sus abruptos y emergentes pechos que ellas, tan sumisas y necesitadas de liviandad, usaban en sus tocamientos y masturbaciones habituales, a falta de chambelán, ayudante, o ungido que les pusiera en la pitra para hacerlas gozar del popular orgasmo vaginal hasta dejarlas hartas de tanta jodienda.



Unos secretos del que gozaban a hurtadillas aquellas mujeres engañando a sus caballeros. En sus alcobas escondidas, engañando a sus dueños, con quien a ellas se les encaprichaba y les daban el gozo que ellas esperaban. 




Una delicia deseada en el silencio y el tempo del acto coital, ayudado por la música del jadeo traqueal, que enmascarados con un ruido gutural  característico, generan las gargantas en el momento del éxtasis.





La historia es contada siempre, por aquellos que ganaron las contiendas. Deberíamos escuchar las confesiones de las gastadas doncellas y damas de palacio y de su falta de copula deseada.






En la comida, de encuentro, no se habló de la historia. Como es natural, todo el mundo es prudente, y nadie habla ni refiere aquello que no es preciso. Algún día os contaré con pelos y señales, los entresijos de palacio. De ese que antes fue Castillo y ahora luce como Parador Nacional.



Unas migas sabrosas preparadas al estilo de Berja, acompañadas de un buen vino del Priorato Catalán, y sus pescaditos, sus boquerones, sus trocitos de chistorra, sus pimientos verdes, sus cachos de queso manchego, esas aceitunas que te quitan el ""sentío"", las puntas de pan que acompañan al bocado para que sean más enjundiosos y llenen antes el estómago. Una delicia, una verdadera devoción por la buena mesa, una conversación agradable, amena y chistosa, nos llevó como siempre a los pasteles, a los dulces y al caldito de gotas de licor, que sin darnos cuenta nos puso camino del paseo, para que se desvanecieran los efluvios del "momentazo" pasado. 



Aqui dejo unas fotos para que podáis ver lo verdadero y crediticio del encuentro.















Fotos y texto: E.MorenoFotos de Monica Lopez yde las nubes mamantusde Google




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