El lujo de tu gracia es envolvente
nace en ti como si fuera sencillo
como el sabor del dulce azucarillo
que deshago en mi boca dulcemente
La misma sombra llega permanente
de modo natural, desde el amarillo,
como esos rayos de sol del pasillo
que tu halo dibuja tan ardiente
Dulzor a ti descalza del reproche
y poder disfrutar de tu presencia
sencilla y tan nítida en la noche
Enséñame a vivir sin la impaciencia
del prisionero que hace de su broche
pasador imperdible de inocencia
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