El sábado 22 de agosto, como cada año en la confluencia de las principales calles de la población de Valderrobres, se daba cita a la Jornada Negra del Matarraña, auspiciada por la librería Octavio Serret y patrocinada por el propio Ayuntamiento de la localidad mencionada, que prestó y preparó el cierre de esas vías al transito rodado, desde las doce del medio día hasta prácticamente las 15 horas. La casi cuarentena de escritores llegada de todos sitios pudiera acomodarse bajo las toldillas y a lo largo de las aceras, para mostrar sus novelas, departir con los transeúntes, aficionados y personas que recorrían aquel laberinto acaramelado de tinta.
El puesto de los chupitos, la cerveza y las gambas se veía a lo lejos, entrelazado en el vértice izquierdo norte, de la confluencia, amenizado y bien regentado por los muchachos de la Fonda Angeleta, daban paso fresco a los gaznates mas sedientos y asilvestrados, con esas birritas, ese vermut y ese caldito fino, que sin hacer ruido escarba las gargantas de los más sedientos.
Unas camisetas negras, con letras rojas de lo más escandaloso, estaban esperándonos a los figurantes, en el interior de la Librería, cada cual con su talla, cada cual con su tripa, se ajustaban al busto como una faja rezongona de ballestas, esas que antaño llevaban las coristas en los años cuarenta en esos teatrillos, para después despojarse de las mismas y quedar completamente en "colitates"_ que así denominan en un pueblo que conozco de la Rioja, a quedarse en bolas, desnudo y a la sombra.
Esta edición es la cuarta que se celebra en el mismo escenario, con la particularidad que todo ha sido más grande, más amplio y mucho mas concurrido, tanto por autores, como por lectores, y títulos mostrados en el certamen.
Tramas de todos los colores, plumas de todas las aves, historias de diferentes madres, ilusiones de cuantos diversos magos pudieras hallar, se dieron cita en el cruce de Casalduch y Serret.
Empedernidos por la novela negra, los paseantes, se paraban en las diferentes mesas, donde eran atendidos por los más sanguinarios autores y eran amenazados a comprar aquel material clasificado, que ellos firmaban con tinta ensangrentada, salida de una pluma de ave rapaz desconocida.
Más o menos venían con sus preferencias y con sus mejores ideas de comprar el mejor de los libros que pudiera interesarles, otros horrorizados por el Lumpen, salían despavoridos a ver que se ofrecía en la acera de enfrente que igual les esperaba el matachín mas persuasivo de cualquiera de los relatos allí depositados.
La televisión de Aragón pululaba por el lugar buscando la noticia, que habían proclamado con un tambor hueco, días antes, por no elucubrar a bote pronto lo que no imaginaban hiciera semejante ruido, ellos siempre buscan a las figuras, pero se tropezaron con que de eso nada. De figuras y sobresalientes eramos todos, y cada cual aportaba su grano de malicia, de persuasión, de engaño literario en pro de que el cliente, el lector, el aficionado y el enamorado de esa fórmula negra, se nos llevaran aquel título, que estaba frente a ellos expuesto, literalmente inerte, que de forma subliminal pedía a gritos que lo comprara.
Hubo para todos los gustos, como debe ser en este lugar, conocido ya por decenas de miles de lectores. Octavio Serret y sus fórmulas estimulantes para la lectura y para el adobo de la cultura. Los escritores fueron atendidos con lo que a ellos más les gusta, el reconocimiento y el respeto, el cariño y el conocimiento que se tiene de ellos mediante lo que escriben y piensan, lo que derraman y regalan, lo que distribuyen sin peaje.
Hasta una mujer famosa estuvo, Cristina Fallarás, que con su impronta se ganó la simpatía de todos cuantos se tropezaba, llegando a ganar enteros aquella confluencia de calles con su presencia, ya que le daba aún más resplandor a cuantos títulos irreprochables esperaban sobre aquellos tableros caldeados por el sol.
La lista de los autores presentes fue: Silvia Mayans, Montse Sanjuan, Lluis Tort, Juanjo Fernandez Sola, Michél Senén, Rube´n García Cebollero, Esteve Llitrá, José Vaccaro, Angelic Pfitzner, Silvestre Hernández, Jerónimo García Tomás, Lluis Bosch, Fernando Martinez López, Francesc Rovira Llacuna, Paco Gómez Escribano, Emilio Moreno, Vicente Corachán, Rosa Ribas, Sabine Hoffmann, Jordi Ledesma, Pablo Sebastiá, Escar Bribián, Isidro Garrido, José Luis Muñoz, Xavi Borrell, Fernando Martinez Laínez, Daniel García Gimenez, Victor Jurado, David Marin, Alicia Estopiñá, Emilio Gonzalez Bou, Pacos Bescós, y Cristina Fallarás.
La comida fue en la Fonda La plaza, la hospedería más antigua de España, sita en el casco antiguo de uno de los pueblos más bonitos de España: Valderrobres, un menú apetecible para más de cincuenta comensales, que se desarrolló dentro de la más simpática y amena concentración.
Alegrías, risas, comentarios de todos los colores, verdades a medias se explicaban, exageraciones inauditas se escuchaban, logros indecentes se proponían, hilaridades insoportables se translucían y que se podía esperar de tanto escritor negro, amarronado y galáctico, pues eso, una cacharrería espantosa y simpática.
Para ver más fotos en la pagina oficial de Octavio Serret, que he dejado todas las imágenes a su disposición para que la librería las distribuya, y por supuesto en mi facebook
todas ellas están a vuestra disposición. https://www.facebook.com/emilio.moreno.7792
En la tarde a partir de las seis y media en el Salón de Actos del Ayuntamiento, se le hizo una especie de reconocimiento a lo grande. Un homenaje a Francisco González Ledesma, al hombre que más ha cultivado el género llamado de la Novela Negra_ género que en la actualidad, muchos escritores tratan de colocar sus trabajos, cuando no lo son_.
Fenomenal encuentro con estos amigos que participaron en la jornada_: Fallarás, Muñoz, Estopiñá, Vaccaro, Martinez Lainez, Gomez Escribano, conducidos por Borrell y con la presencia de la Concejala de Cultura del Ayuntamiento de Valderrobres, Doña Asunción Giner, que abrió y cerró el acto y la Jornada.
Emilio Moreno
https://www.facebook.com/emilio.moreno.7792
0 comentarios:
Publicar un comentario