martes, 14 de abril de 2015

Cariño fijo




Fue  cuando resucité
los ojos se humedecieron
recuerdo palidecer
cuando mis hijos dijeron:
¡Padre sabes que te quiero!

La voz de uno sonó
en nombre de todos ellos,
para decirme sin más
en un tono muy sincero:
¡te vamos a dar un beso!

Lo decían, lo asintieron
lo escuché tan de improviso.
nunca hubiese imaginado
aunque me lo hubieran dicho
¡Acercaos  es mi abrazo!

Aquella alegría inmensa
que con amor repartieron
fue síntoma inesperado
y sentir lo que ofrecieron.
¡No tardéis soy vuestro padre!

Me sentí que no me hallaba
con semejante emoción,
cuanta falta a mi me hacía
esa bella vibración,
que conmigo se quedó.

Por qué me decís te quiero
cuando siempre lo noté,
vuestros detalles sinceros
a menudo disfruté.
¡Deleitándome el primero!

Sin embargo, no desprecio
escuchar esos latidos
venidos de vuestro apego
que suministra el cariño.
el mismo y tan verdadero

Por ello vuelvo a escribir:
tras una bella emoción,
¿qué padre no ama a sus hijos?
y lo hace con razón
¡por ser un cariño fijo!

Fue  cuando yo desperté,
los ojos se enrojecieron
resonando la niñez,
aquella donde lucieron
con sus juegos y recuerdos.

Ahora tras tanto tiempo
queremos reverdecerlo.
Nuestro cariño es eterno.
Por ello debéis saberlo,
a pesar de merecerlo.  






















1 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bonito y sincero. Besos nikitta.

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