Fue
cuando resucité
los
ojos se humedecieron
recuerdo
palidecer
cuando
mis hijos dijeron:
¡Padre
sabes que te quiero!
La
voz de uno sonó
en
nombre de todos ellos,
para
decirme sin más
en
un tono muy sincero:
¡te
vamos a dar un beso!
Lo
decían, lo asintieron
lo
escuché tan de improviso.
nunca
hubiese imaginado
aunque
me lo hubieran dicho
¡Acercaos es mi abrazo!
Aquella
alegría inmensa
que
con amor repartieron
fue
síntoma inesperado
y
sentir lo que ofrecieron.
¡No
tardéis soy vuestro padre!
Me
sentí que no me hallaba
con
semejante emoción,
cuanta
falta a mi me hacía
esa
bella vibración,
que
conmigo se quedó.
Por
qué me decís te quiero
cuando
siempre lo noté,
vuestros
detalles sinceros
a
menudo disfruté.
¡Deleitándome
el primero!
Sin
embargo, no desprecio
escuchar
esos latidos
venidos
de vuestro apego
que
suministra el cariño.
el
mismo y tan verdadero
Por
ello vuelvo a escribir:
tras
una bella emoción,
¿qué
padre no ama a sus hijos?
y
lo hace con razón
¡por
ser un cariño fijo!
Fue cuando yo desperté,
los
ojos se enrojecieron
resonando
la niñez,
aquella
donde lucieron
con
sus juegos y recuerdos.
Ahora
tras tanto tiempo
queremos
reverdecerlo.
Nuestro
cariño es eterno.
Por
ello debéis saberlo,
a
pesar de merecerlo.
1 comentarios:
Muy bonito y sincero. Besos nikitta.
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