lunes, 27 de abril de 2015

Cordura





Quiso llorar aquel bardo
la desgracia que tenía
con su tono tembloroso
sin saber que pretendía.

Gimiendo muy desalmado
sin ganas de proseguir
al punto de su final
expulsando su vivir

En ese instante brutal
con el cortante en la mano
anhelante interrogaba
ya no soy un ser humano.

A mí no me quiere nadie
por lo tanto pongo tregua,
a este calvario que llevo
sin gloria y casi sin merma.

Sin amor;  ¡soy un bohemio!
Mucho llanto, y no contengo,
sin duda yo no merezco
traspasar un nuevo invierno.

Más;  a punto del final,
cuando a su vida mataba,
apareció un pensamiento
que para nada esperaba

Despreciable puedo ser
si de buenas a primeras
me arranco la vida así
cuando otros la quisieran.

Cobarde si continúas
así no reparas nada,
compara a  los desahuciados
que su existencia se acaba

Ellos quisieran vivir
más su enfermedad no aplaza,
su muerte les deja atrás
porque la vida no alcanza

Y tú la quieres cortar
sin una excusa sensata,
muchos quisieran tu suerte
y tú solo la malgastas.

Pensado no lo tenía
titubear dando el paso,
aunque el cobarde no actúa
¡Se queda aquí con su asco!

Que hago señor de los cielos
que cobardía pretendo,
no puedo cortar mi vida
sin hacer daño al que quiero.

Sollozando arrepentido
observó que desde el cielo
las nubes quedaron quietas
y un trueno sonó de lleno
.







0 comentarios:

Publicar un comentario