Las campanas tocaban con empeño
Las copas ascendieron en altura,
las uvas se ingerían con premura.
mi noche transcurría en un sueño,
Un derroche de gozo sin desvelo
llegado aquel momento pasajero.
Tú, con tu picardía y salero,
dejaste que tocásemos el cielo.
Después te rebusqué con la mirada
alado te encontré, fue tu sonrisa
la que me cautivó, como si nada.
Año Nuevo salud ¡lo aclamo con risas!
Pido al destino luz en mi morada.
En sus manos estoy ¡con estas guisas!
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