Desaparecieron calles
disimulando bordillos,
aquella nieve caída
armonizó mis latidos.
Aquellas
nubes llevaban
el
confeti en los bolsillos,
y al llorar nos regalaron,
de sus lágrimas, los brillos.
Celebración esperada
plomiza tarde de abrigo,
la luna se resbaló
en mi rincón preferido.
Nieve viscosa desciendes
con tu manto blanquecino,
inmaculada esperanza
de cuando éramos chiquillos.
2 comentarios:
Eres un todo terreno Emilio, igual escribres en verso q en prosa, ademas muy bien.
Saludos.
Eres un todo terreno Emilio, igual escribres en verso q en prosa, ademas muy bien.
Saludos.
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