En la emisora de radio difusión KGA2, trabajaba el señor
Marciano Pesado Galindo, como director del programa.
Murciano de nacimiento y muy cargante y pesado por
naturaleza. El productor de la mayoría de los programas culturales y de
entretenimiento de la emisora. Un hombre audaz y muy religioso. Ahora
todo se ha reformado con la crisis, aunque muchos conceptos de los que él
imprimió siguen estando vigentes.
Tenían como colaborador entre otros, a Don Camilo Callejas
Gómez, mayor de edad, definido por mayor de edad, porque pasaba muy de
largo los ochenta y cinco años y casi era un anciano de bastón y gorrita.
Su garbo ostenta y así lo atestiguan los que escuchan su
radio, y le siguen por las ondas de la frecuencia modulada. Se constata a pesar
de gracia, las ganas que pone a todo, la profesionalidad y la psicología que
administra. Tiene una voz de señora madura que convence y agrada, por lo cual
lo mantienen en antena. Así camuflado trabaja, haciendo un personaje de Dama de
las Consultas con el apodo de Fortunata Formidable.
Bien parece cuando le escuchas que habla una mujer, la
propia doña Fortunata Formidable, una mujerona de dos pechos anchos y
enjundiosos, que por naturaleza entendía a la perfección a la desvalida
concursante que desesperada acudía en ayuda exprés y ella, doña Formidable, que
realmente era don Camilo, daba unos consejos propios de una madraza.
El share de audiencia, tan competitivo entre los medios es
el que da o, quita razones en las estadísticas de la parrilla de audiencia. Una
guerra constante, que todos quieren para sí, y que cada uno publicita como le
viene en gana. Por ello las noches son de KGA2, y el programa, de_ Confiésate
en el micrófono_ con el consejo y análisis de Fortunata Formidable. ¡Es único!
Era un día de enero del año pasado, todo estaba preparado
para emitir y ya estaban los anuncios y la sintonía de cabecera, cuando las llamadas
se agolpaban en la centralita de la emisora KGA2.
El presentador don Camilo Callejas, el que hacía y
simulaba a Fortunata, ya tenía los cascos colocados y el realizador y técnico
de sonido, le estaba marcando los números ordinales en sentido decreciente a
modo de tabla, para entrar en la onda.
Sabía matizar y leer perfectamente las cartas que todas
las seguidoras del espacio enviaban a la emisora para pedir consejo. Un énfasis
perfecto, la entonación tan real, como si la tuvieses al lado, tan creíble el
momento, que seducía a los necesitados.
Nada de llamadas directas a la emisora y la Madame
Formidable, ¿tirando cartas?,
¡Nada de eso!
Daba las formulas y consejos con fe del cielo.
¡De maravilla!, por ese motivo a cada minuto, contaba con más seguidoras.
Esa voz con sus matices, era un estandarte, un relicario de veracidad, y esa
razón es la que daba la credibilidad al espacio de radio consultas, que cada
día que pasaba sumaba oidores y simpatizantes.
Al momento el regidor dijo_: ¡Dentro! y el instante
esperaba a que Fortunata, hablara y diera las buenas noches. En aquel santiamén
se escuchó la voz grave de la presentación que daba la entradilla y las gracias
por la fidelidad de sus escuchantes en su programa.
_ Queridas amigas os habla Fortunata la Formidable, en una
noche cargada de interés para muchas de vosotras, por la felicidad que dimos la
semana pasada a Mercedes Gonjones Pariste, que nos preguntaba de qué forma
había de pararle los pies a su encargado en la tocinería donde trabaja.
Se había de enfrentar con su jefe en una clara amenaza a
la libertad y en un caso claro de presing profesional o Mobbing, al que la
estaba sometiendo desde hacia bastantes años. Hoy nos ha llamado y ha sido
tanta la efectividad de éxito por nuestros consejos, y la forma que le
indicamos para resolver su dificultad, sin enfrentamientos, que nos alegra
saber que la han reconocido en sus arranques y la han trasladado a otra
tocinería de la periferia, como responsable de tripas, mollejas y casquería del
cerdo.
Por ello nos congratulamos y nos alegra saber, que
Mercedes, merced a nuestro concurso y ayuda, puede ser reconocida como una
trabajadora honesta e intachable. Todo gracias a la esposa del director general
de la empresa Fritos y Cerdos Comestibles, que escuchó nuestro espacio
radiofónico del martes pasado y pidió explicaciones a su marido, haciendo que
éste hablara con todos sus encargados y se corrigiera el extremo con sus
dependientas_. La cháchara había concluido y la clásica sintonía de
incertidumbre volaba por los aires en busca de los oídos de aquellos que están
siempre dispuestos a creer en todo lo que se les dice. Dando el regidor de
nuevo paso a Fortunata, para entrar en el aire y que las ondas dispersaran la
palabra por el impalpable sideral.
_ Ya puesto en la harina de hoy_ dijo Fortunata_ tenemos
un par de consultas que nos llegan esta noche y que trataremos de aconsejar lo
mejor que nos dicte nuestra preparación y convicción. Hemos recibido una carta
del otro lado del mundo y eso nos alegra, porque llegamos con la palabra hasta
los confines del globo, y atendemos a una escuchante de la capital azteca.
Querida radioyente_ dijo con esa voz más bien sacada del
trópico de Cáncer_, he leído con atención, el comienzo de tu interesante
historia, y ahora paso a leerla en voz alta para que toda nuestra audiencia no
peque de ignorancia en tu detalle y valore lo que nos has querido contar y te
demos una explicación si cabe_. Hizo una pausa, para leer la carta y que
entrara la musiquilla bajo su voz para engrandecer aquel manifiesto confesional.
_ Así comienza la carta de Guadalupe Lupina de Castro_ y
nuestra querida amiga nos dice_. Comenzó el relato, relamiéndose en su
teatralidad y con la seguridad que todos estaban pegados con los oídos en los
transistores, casi sin tragar saliba.
_ “Esto que narro a
continuación, querida Fortunata del programa KGA2, te parecerá gracioso porque
vaya si lo fue_. Leía ya la carta la presentadora del espacio cultural...
Mi papá tenía un primo hermano,
llamado Rodolfo Dormís Ganseo, por cierto hijo de un sacerdote español, al cual
reconoció con el tiempo y le dio su apellido.
Rodolfo y mi padre,
buscaban en principio un nombre para mi bautismo, que fuera de relumbrón. Ellos
eran más que hermanos, ahora está muy mayor por lógica, se casó con una
segoviana de Turégano y tuvieron diez hijos varones_. Proseguía
describiendo y leyendo la epístola, con sus cambios de tono y sus descansos en
las comas y puntos.
En esta ciudad donde resido_, conformaba
la voz, en nombre de Guadalupe_, se
toma muy en cuenta la opinión de los padrinos en cuanto a lo relativo del
bautismo y el nombre inclusive se llega, a poner como se llame el padrino o
madrina.
Te cuento querida Formidable_ seguía
leyendo lo escrito por la amiga Guadalupe_,
las tías abuelas eran muy católicas y opinaban que no se puede llamar de otra
manera a una niña tan oscurita. De manera, que por el mes en que nací debía
llamarme María Guadalupe.
Rodolfo opinaba_, ya
me explicarás, hijo de un cura_, que
no debía llevar esa designación, que medio pueblo carga el nombre de la
Virgen y que con eso no se juega.
No opinaban así mis padres, ¡lo
tenían tan claro!, tenía que llevar el nombre de Guadalupe sin falta, al
principio, o al final, que todos lo daban por cierto.
Sin embargo no les apetecía que
fuera exactamente tan seco, ellos, mis padres pretendían que fuese Alma
Guadalupe, Gracia Guadalupe, o Guadalupe Montserrat. Discusiones en la familia,
por la nombradía de la niña.
Rodolfo seguía opinando a santo
de ¡No sé qué!, y ahora proponía el de Rosana Guadalupe. Como si fuese el que
ayudó a engendrar al feto, dándole mi padre siempre vela en esa misa. ¿No
tendría algo de participación el tío Rudy en el semen del embarazo? Nunca
se supo, mi madre siempre mantuvo la callada y ella no quería casi opinar en la
búsqueda del santoral.
Al no llegar a un acuerdo, se
lo jugaron en un volado_, ya
sabrás querida Fortunata quien ganó y así quedó por darles gusto a las tías_. En definitiva nadie quedó conforme.
Mi padrino y en el entorno más
cercano, me llaman Rousse, las tías me nombran como Lupita y mis papás y
hermano Lupe. Tío Rodolfo me califica como “Filleta” de mis holandillas, mi
abuelita me apoda Teté, mi abuelito me llama Chochito.
La familia lejana de
mamá, como no me parecía a ellos, me llaman Chinita, en el colegio me gritan
Tostada o Gualú y dos de mis primos a los cuales quiero mucho me citan
como Gpe y Gps.
Una vecina gallega que vive
puerta con puerta conmigo, me apoda Lupiña, y su marido que es muy amoroso,
como Piñita.
El papá de Rodolfo, el cura
español me llama Pupe, y mi novio me llama Guada.
En el registro como se
equivocaron con tanto lio, consto como María Guadalupe, de la Vera Cruz y de
los Mares y Volcanes del Monte Popocatépetl.
Por ello gentil dama de las ondas
hertzianas, te pido un consejo para darles a estos mis familiares y amigos, y
puedan nombrarme todos por un igual. Tú con tu saber y tus consejos sabios,
creo llegarás a dar con la medida.
Así de simple acabó la lectura de la carta, la falaz dama
Fortunata Formidable, con una media risa en el rostro y con la simpatía y la
llave de ninguna decisión tomada. Detalles que nadie pudo saber, ya que la
oscuridad y el silencio del locutorio de radio, no permite visiones tan a las
claras.
_ Querida amiga_ adujo Fortunata, con una tranquilidad
apabullante y un “saboir fair” a la francesa, extraordinario_, eres tan
afortunada que puedes responder a la vez a treinta y tantos nombres, por lo que
te aconsejo que no sea molestia para ti, como te designen, puesto que hagamos
lo que innovemos, para corregir este lio. Tus padres, abuelos, tíos, amigos,
maestros, novio. Seguirán llamándote como a ellos les venga en gana.
Tu tío Rudy, como me dices tan sincera, querida amiga,
sabes tiene la potestad y permiso de tu papá y naturalmente de mamá y te nombra
como le apetece, por ese cariño tan arraigado que te profesa. Tienes un tío muy
cariñoso y atento, que no todas poseemos y una familia que te respeta, quiere y
significa, por lo que yo no me cabrearía y aceptaría todos esos bautices
viniendo como aparecen en forma de cariño
¡Adiós y hasta siempre querida, ¡Lupe! ¡Guadalupe!
¡Chochito! Lupiña! ¡Mari! ¡Filleta! ¡Gualu! y tantos otros, que no tendríamos
tiempo en el programa para referirlos al completo.
Sonó la melodía pasando a otra de las consultas de la
noche. La Dama Fortunata Formidable, respiró profundamente, se llenó el pecho
de aire renovado, se rascó la frente, sorbió un traguito de agua mineral de su
botellín y comenzó a tratar otro asunto no menos escabroso.
1 comentarios:
Estoy keyendo esta historia des una de las islas mejores del Atlantico y he disfrutado como si la hubiese vivido. Amigo que escribiste el relato, gracias por recordarme uno de los episodios mejores de mi infancia, desde la playa de los Cristianos, Willy el Roqui
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