miércoles, 26 de marzo de 2014

No se retire, en breve...



El teléfono de su domicilio sonó repetidamente hasta que Romina lo descolgó tras salir precipitadamente de la ducha
_ ¡Dígame!
_ ¡Buenos días! Es el domicilio de Romina Sukowa
_ ¡Sí! ¡Así es! que desea
_ Buenos días señora, somos los revisores de TEPESA, y era para concretar la hora para pasarle a realizar el mantenimiento de su instalación de gas y calentador domestico.
_ ¿Cómo? y eso quien lo ha solicitado a ustedes
_  Imagino que eso les entra en póliza y como le decía somos los mantenedores de la empresa TEPESA y era para concretar la fecha y la hora del mantenimiento. 
_ Oiga, me está usted hablando de un tema que no tenía ni idea, pero ni remota idea, yo he pasado la revisión de mi instalación hace menos de un año y no entiendo como queréis volver a repetir la revisión
_ Señora, usted tiene contratado por póliza este sustento y nos han pasado los comerciales aviso para que les efectuemos la revisión del mismo.
_ ¡¿Yo?!  ¡Oiga!  Yo no he contratado nada a sabiendas. A no ser que uno de esos vendedores camicaces que tienen en su compañía, me lo haya colocado sin casi informarme y de forma torticera.
_  ¡Señora no se altere!  De momento retengo esta intervención hasta que ustedes aclaren con la Cía. lo que tienen en contrato, como imaginará nosotros no podemos conocer si lo tiene concertado o no, solo cumplimos unas hojas de ruta que nos pasan y nada más.
_ ¡Un momento!, pero como se atreve a decirme que no lo sabe, si son de la misma firma.
_ ¡No lo sé señora!, lo único que puedo decirle es,  si usted quiere que le pasemos a hacer el mantenimiento, nos diga la fecha y lo hacemos.
_ Lo que yo quiero es que ustedes me anulen ese servicio que no me interesa absolutamente
_ Señora Sukowa yo no puedo anular nada. Ha de ponerse en contacto con mis compañeros de TEPESA, los comerciales, para que ellos le anulen el servicio o le acaben de aclarar las partidas del contrato.
_ Me está proponiendo que yo me moleste en anular un servicio que nunca me interesó_, muy nerviosa Sukowa_, que jamás solicite y que por arte de magia lo estoy pagando en mi factura del consumo del gas ¿sin saberlo?
¡Haga el favor de darme el teléfono! y a quien debo dirigirme para aclarar este embrollo_. Replicó con mala leche la señora Sukowa.
_ Llamando al número de Atención al Cliente de TEPESA, o bien entrando en la página web de la compañía. ¡Muchas gracias y buenos días!_ El comunicante del mantenimiento, finalizó la conversación.

La declaración se cortó al instante, y Romina exaltada al teléfono, desnuda al habérsele caído a los pies la toalla de baño, encima de un charco de agua residual que se había escurrido de su propio cuerpo, quedando en el suelo del salón. El cabello mojado impregnado de jabón ya apelmazado y con el humor de una loba hambrienta.
Volvió al baño y acabó su ducha con el suministro del gas que proporciona la compañía TEPESA  la que pretende con sus criterios sacar un poco de aquí y de allá sin _en muchas ocasiones_ el perfecto conocimiento de los clientes, que bien es verdad solo se encargan de ver en las facturas la cifra del pago.
Romina, sin llegar a creerlo, y ya secándose el cabello, conteniéndose el cabreo por la forma en que la compañía suministradora se estaba haciendo con la totalidad del servicio de electrificación y de gas en aquella zona. Usurpando el suministro a la empresa domiciliaria de toda la vida CASILANA DE GAS, que jamás había dado el mínimo problema.
Tuvo que serenarse y acabar de vestirse y de iniciar un complejo peregrinaje para abortar aquel pago que sin contratarlo había descubierto gracias a los propios mantenedores de las deficiencias en las cañerías.

Entró tranquila en la página web de la multinacional, se podía contratar cualquier ampliación de póliza, hacer cambios inesperados con coste adicional, dejarte adulterar con alegría, información sectaria de la empresa ¡Todo!

Todo menos dar de baja ninguno de los productos que ya tenias contratado.
Para ese menester tenías que pasar por sus conductos de solicitud de baja, y las clásicas esperas a las que te pudieran someter, sus normas, sus caprichos y su desvergüenza. Un par de números telefónicos indicados en contacto con la asistencia al cliente y poco más.  En letras minúsculas, y escondido dentro de la pagina publicitaria un “intro” _ un destino_  con las direcciones físicas más próximas al  domicilio de la delegación de la empresa, por si necesitase personarse en las oficinas oficiales de la empresa.

Romina creyó;  siendo las diez y cuarto del día, era buena hora para intentar hablar con las señoritas del auxilio. Las becarias de atención al cliente y tras haber tomado su desayuno;  se dispuso a contactar. Marcó el famoso ochocientos, ese rango de teléfonos que nunca sabes si te facturan la mitad del tiempo o es gratuito, aunque con las esperas, siempre pagas de más, por aquello de la música, te paso, te cojo, te mando, te atiendo y se corta la llamada…   y vuelve a empezar.

Un par de tonos de espera y el saludo informático y grabado de la empresa: ¡Gracias por llamar! al servicio de Atención al Cliente de TEPESA… en breves instantes atendemos su llamada. Por razones de seguridad, su conversación puede ser grabada.
Una vez finalizada la retahíla de la exposición, nos regala la misma composición cambiando de idioma_ mientras Romina, ya comenzaba a cargarse de forma negativa e inconscientemente, le sobrecogen palabrotas, recordando al jefe de la tal TEPESA y a la madre que lo matriculó_. Tras esa formidable bienvenida nos dice el disco grabado con música ambiental.
_ Si quiere ser atendido en castellano pulse uno, si quiere ser atendido en catalán pulse dos.
Romina simplemente quería ser atendida, sin tanta mierda escuchada, sin tanta melosidad falsa facturada, sin tanto boato. Al borde de perder los nervios, ver que el tiempo pasa y que lo facturan y que han sucedido diez minutos y nadie humano, nadie personal, atienda, te come por dentro y te dan ganas de colgar.

…¡Craso error!   Si lo haces vuelves a purgar todo aquel cuento y aquella estafa educada. Teniendo que comenzar desde el comienzo.

Subrepticiamente y sin dar crédito a lo que le estaba pasando a la señora Sukowa, entra la publicidad, con una voz agradable le anuncia si conocen la tarifa “Cucha” como puede resolver cualquier gestión de forma rápida, las ventajas de tenerlo contratado y del bienestar de las novedades de_, TWO y ONE_, que da a los hogares la tarifa “Cucha ONE” ahorrando la mayor parte del importe y siendo ideal para personas con poco tiempo, por las muchas ocupaciones diarias que se tienen.

Sin dar respiro vuelven los tonos de llamada. Tres tonos;  tres uno tras otro, tono de comunicación_ Romina piensa, ahora me toca_ y salta el disco de nuevo diciendo
_: En breves momentos, le atenderemos, no se retire por favor_, vuelve el silencio y tres tonos más.
_ En breves momentos, le atenderemos, no se retire por favor_. Once minutos llevaba Romina esperando, sentada, mirándose las uñas, esas que si pudiera clavaría a alguien de TEPESA, con el modo ¡Alegría!

De buenas a primeras, o por azar, aparece una vocecita femenina que dice muy a lo lejos
_: ¡Buenos días! Soy Teresita que puedo ofrecerle, ¿Con quién hablo? Dígame su nombre para poder dirigirme a usted.
_ ¡Romina!, me llamo Romina Sukowa_, dijo con alegría, tomando de nuevo la iniciativa la voz de Teresita.

_ Buenos días Romina, dígame en que puedo ayudarle para resolver sus dudas y trataré de solventar sus preguntas atendiéndole como merece.

_ Quiero dar de baja una prestación, que me habéis colocado sin solicitarlo.

_ ¿Dígame su documento de Identidad?  Y la dirección desde donde se asiste esa asistencia.

_ El número de mi DNI es el cuatro, cero, cero y…_ siguió relatando la tabla cardinal y le adelantó la calle desde donde hacía la llamada_ cantó Romina, sin pausa, con seguridad y muy atenta.

_ ¿Qué tipo de prestación quiere dar usted de baja o anular?

_ Deseo dar de baja la contrata de mantenimiento y reparación del gas_. Dictó seriamente la señora Sukowa, sin contemplaciones.

_ Según indican las condiciones de su póliza_ apuntó Teresita, con su voz de pitilla colada_, ustedes tienen contratado este capítulo desde hace diez meses y está aceptado por el titular del contrato. Le adelanto que en caso de darse de baja de esta partida, ustedes deberán seguir pagando la cuota establecida al mes por haber aceptado esta condición por el periodo de un año.
Todos los datos aportados por usted son correctos por lo que ahora les paso con mis compañeros de la sección comercial, para que ellos procedan con la baja solicitada por usted.

Aquella cuña grabada de bienvenida, salta de nuevo al auricular de Romina y queda a la espera de comunicar con los comerciales.
_ En breves momentos, le atenderemos, no se retire por favor_ la música de fondo suena dulcificando la tristeza que le aborda a Romina.

_ En breves momentos, le atenderemos, no se retire por favor_ La voz grabada, se escuchaba por el auricular de la señora Sukowa. No había nada que hacer, aquello es un disco registrado y nadie te atiende. A pesar de eso Romina, comenzó a insultar a todo bicho viviente en voz alterada_ Cabrones, que sois unos sinvergüenzas, no me extraña que tengáis tanto beneficio en vuestros negocios, nos estáis engañando a todos los usuarios y nadie pone fin a esto.
Si la llamada se grababa desde el principio, el que hubiera escuchado aquellas alegrías, se le habrían puesto los bellos de punta, porque les bautizaba de forma genérica y en grado despectivo, con saña y con desprecio.

_ En breves momentos, le atenderemos, no se retire por favor_ seguía desquiciantemente el disco. Poniendo cada vez más de los nervios a la mujer que tan solo quería dar de baja una partida de una póliza del contrato.

_ En breves momentos, le atenderemos, no se retire por favor_ Sin cesar esta grabación cumple con su cometido.

Pasados los preceptivos dieciséis minutos, escuchando aquella música y el mensaje cansino que pedía calma, que nadie se retire ya que los dígitos del teléfono ochocientos…  sigue cobrando, la mitad de la llamada o en el peor de los casos la totalidad de la misma. Con la suerte de que en breve nos atenderán se corta la comunicación sin más.

¡Coño!     ¡Se ha cortado esta mierda!  No me lo puedo creer. ¡Tendré mala suerte! _dijo Romina_. Pensando en que las dos horas que lleva al teléfono, no han servido para absolutamente nada, si no para descentrar los nervios de la dama comunicante y pagadora de las facturas que la empresa puntera TEPESA, tenga la gana de cursarle.

Aquella canción se le quedó en la mente.

_”” En breves momentos, le atenderemos, no se retire por favor””-

Romina se queda con un palmo de narices con la palabra en la boca…. pensando: ¡Será una casualidad, o es una idea comercial, para joderte un poquillo más!

Colgó su auricular y se concienció que ella y toda la población en general_, siempre hay algún afortunado_, estamos en manos de bastantes sinvergüenzas que  nos torean y hacen y ponen las leyes a su antojo, sin que nadie ¡Nadie! nos defienda. Por muchos defensores que nombren y existan.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy acertado el relato. Nikitta.

Anónimo dijo...

Esto es verdad, siempre pasa. Junior

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