jueves, 8 de marzo de 2012

Y se marchó,

No podía creerlo,
¡Pensaba que estaba hecho!
Que los médicos cortaron,
todo lo malo de aquello.

Por Navidad me enteré,
tú mismo lo comentaste,
que entrabas en el quirófano,
así podrías curarte.

Mi pensamiento voló,
entrando en un cielo negro,
los resultados dijiste,
fueron más que dilectos.

La reflexión retornó,
a verte siempre estupendo,
asi nos acostumbraste,
por eso, ya no comprendo.

Desde lejos seguí tu salud,
que daba síntomas de gracia.
Tanto es así que
fuimos a celebrarla.

Nunca llegas a pensar…
Un día, todo se acaba,
los problemas no son tuyos,
y las desgracias te embargan.

El domingo me llamaron,
con una prisa nefasta,
me dieron la noticia triste,
que aún no puedo aceptarla.

Caspe ciudad, está de luto.
Todos recuerdan tu traza,
el amigo Tomás no vuelve,
se lo llevó la amenaza.

El lloro no siempre aparece,
cuando a uno le viene en gana,
el dolor que me ha dejado,
la triste ausencia en el alma.

Amigos que se nos marchan,
gente que quiero abrazar,
unos parten de repente,
deprisa y sin avisar.

Que sepas amigo mío,
tu ausencia no se podrá
por muchos días que pasen
suplirla con los demás.

Allá donde reposes,
bien será sitio especial,
aguarda a tus amistades
que todas han de llegar.

No quiero secar mis lágrimas,
por si acaso, un regresar,
pudieras amigo mío
y te pudieras ¡Quedar!




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola soy Amparo de Barcelona, siento mucho lo de tu amigo y decirte que me gusta mucho como escribes

Saludos

Amparo

SHE dijo...

Pf que doloroso es y te comprendo, nunca sabemos
cuando nos toca el día...pero perder un amigo...
Realmente es un escrito bello tu homenaje.

acompañandote en el sentimiento

Un abrazo

José Añez Sánchez dijo...

¡Qué elegía con más sentimiento! Lástima que la persona a la que va destinada no la pueda leer ¿o sí?

Me uno a tu dolor.

Anónimo dijo...

Bien Emilio! El poema es sentido y me ha conmovido. ?Es un hecho real o es ficticio¿

En todo caso me ha gustado.

Joan

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