viernes, 25 de noviembre de 2011

¡ Celos !



 
Esos  celos enfermizos
lo padecen los sumisos,
que no pueden entender.

Dicen que es enfermedad,
sin alivio y sin recetas,
patología no exenta
en crear desolación.

Dolencia, no contagiosa,
no se expande ni se extiende,
no se vende, ni se adquiere
con ella se nacerá.

Si la tratas cuando emerge,
igual su maleficio extingues,
para no dejarla brotar,
no es adicción alcohólica,
es una multa sobria
difícil de soportar.


No hay médico que la trate
la combata y la mate
sin secuelas aportar.

Aburre al sujeto opuesto
el que es objeto de celos,
al que quieren controlar,
sin comerlo ni beberlo,
y lo tiene que aguantar,
mientras los celos atacan
con escenas que no agradan
creyendo ser, la verdad.

Rompedor de relaciones
sin atender a razones
solo por querer saldar.

Esa duda existencial
que acaba con la paciencia
dejando la incontinencia
colocada en su lugar.

Sentimientos de temor,
disimula el que recela,
en perder su prenda  amada,
quedándose casi a dos velas.
sin dejarle resquemor


Es un enigma intenso
arranca  pudriendo  el alma,
infelicidad completa
quien lo padece lamenta,
quien lo sufre, no escarmienta.

Hechos infundados,
escenas grotescas,
imaginaciones raras
dan ingratas respuestas.

Temor al abandono
miedo al desequilibrio,
creerse menos valioso,
secuelas de confundido.
Arroja unas consecuencias,
que los celos no gobierna.

Sospecha de todo,
la mayoría de veces,
el miedo profundo,
casi ni se entiende.

El cielo nos libre
de tal desconsuelo,
hace que tu mente
vague por los suelos.

Dibujos de reflexión,
imaginacion  y dudas,
creen  que les engañan
sus temores fluctúan.

Todo es carencia,
no creen en su valía,
dejan de sentirse
aptos cada día. 

Es una condena,
ver celosos tus ojos,
el alma hecha un cerrojo,
que no te deja vivir,
haciendo daño al sumiso,
aguantando los lamentos
de tu forma de sufrir

No consigues sosegar
ni aparcar trabas del alma,
nadie te sustrae la calma,
ni a tu amor, va a confundir,
los celos traen esas mechas,
esos recelos con merma,
muchas discusiones sordas
que siempre suelen herir.


No te dejes extinguir
los años buenos que quedan
de derroche y de brega.

Sabes que con la fuerza
poco se puede adquirir,
atrae para ti el cariño
y no lo quieras herir,
sobreponte de supuestos,
que siempre fueron esquivos
infelices de por sí.

Confía en quien tú elijas,
no dejes lo que imaginas
haga camino del mal.

Si ha de ser. ¡Será tuyo!
La mecha perdurará,
nada  dura  para siempre,
caduca la eternidad.

Por mucho que apriete el yugo,
si no es para ti ese jugo
no lo podrás controlar.

A la fuerza ajustician
por ser infiel.
Es preferible amor auténtico
y que siente bien.
Respetando,
libertades al cien por cien.

Si has de confiar en mí
hazlo y en buena lid,
el que ha nacido honesto
debe seguir así.

El que quiere ser feliz
procura ser muy cordial.
Lo que no interesa a uno
tampoco a los demás.

Los celos no son amigos
ni traen la cordialidad,
destiérralos para siempre
¡Viva la sinceridad!




2 comentarios:

Anónimo dijo...

que buenoesta esto amigo de verdad es como la miel que destila del panal sabes muy bueno gracias pero la verdad por delante en mi aproducido mucho efecto de verdad un abrazo y cuidate saludos ala familia

Doncel dijo...

Emilio, me ha gustado mucho.
Saludos cordiales. Un abrazo
Antonio

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