domingo, 17 de julio de 2011

Crimen en la 611

 
 
Hace un mes:
 
 

_ Soy Humphrey, bueno ese es mi sobrenombre, para que nadie me relacione. Estoy en la habitación 611 del Psiquiátrico, soy compañero de Expósito. Es un tipo bastante claro y consecuente, le tienen por chiflado, como a mí, pero estoy seguro que este pájaro dice más verdades que la mismísima Virgen del Rocío.

Un tal Valente, le visita con frecuencia y creo que tienen disparidad de criterios. A veces incluso, llegan a faltarse el respeto y se alteran por algunas diferencias. De este Valente, que dicen es el socorrista, en fin y no sé cuantas cosas más; no me fiaría ni un pelo, le encuentro que es un personaje impío y además de pretencioso poco profesional, aunque presuma de titulación, no las posee. No se le puede llevar la contra, cree que está en posesión de la verdad.

 


El director del centro, Pierre Bucare, no sabe como sacárselo de encima. Se ha enchufado tan bien, ha sabido mover los hilos pertinentes y alguien que desconocemos le está enchufando. Así está tomando los humos que muestra. Poco le van a durar, no le veo carisma de líder.


Aquí en esta celda la 11 del piso seis, todo va como un reloj. Obedeciendo y acatando normas. Es mejor hacerse el tonto, porque locos ya estamos. Eso dicen estos memos. Será verdad, aunque estos llamados cuerdos, tienen unas historias feas, son avariciosos y negligentes. Entre ellos mismos se hacen daño por el mero hecho de gozar con las desgracias ajenas.

Después, si les observas, hacen su papel, se compadecen y se mienten. Sin embargo, las apariencias, las vilezas y el engaño lo cuidan como si fuese real.



En relación con mi compañero Expósito, _ yo, le llamo Expo_, diré que es un buen tipo, cortés, sencillo y bastante religioso, se apiada de todos; si no fuera por la falta que tiene, ya sabes la delación. _ ¡Sí! Me fastidia decirlo, pero es un chivato_. Vamos que no puede aguantar ningún secreto, todo lo suelta por esa bocaza de pez martillo; de ahí que tantas visitas le hagan a menudo, quien yo sé_

 


Hace un par de días:



_ Dónde se habrá metido Expósito. No le veo y le debe haber pasado alguna crueldad, porque no viene a dormir. Su cama está intacta, andan todos muy alterados, asustados. Igual le han dado una paliza, o una ducha de esas heladas que de vez en cuando nos atizan para calmarnos. Igual está en el hospital. Anoche ya no apareció a la hora de la cena, me pareció rarito, pero como lleva esos trapicheos. Estuve a verlas venir. ¡Nada! Las dos de la madrugada y tampoco ocupaba su cama. Llamé al celador de noche_, Echenique_, para que me trajera agua y la puerta estaba cerrada a siete llaves, cuando de normal la cierran solo con el eslabón. Le pregunté que le ocurría y no quiso contestarme.

 _ No le habrá pasado nada a Expósito, ¿Que no viene a dormir?


Echenique, es un tipo bastante compasivo, un poco jugador y tramposo pero, tampoco para jugárnosla. Ya tiene bastante con lo que lleva encima.
_ Tú a lo tuyo, ya estás bastante loco. No pretenderás salvar a otro chiflado del coco liso_. Dijo el celador, con serenidad, alargándole el vaso de agua.
_ ¿Tú sabes algo? ¡Anda Eche, dime que está pasando. Es raro que Expo no esté roncando aquí en este mierdoso cuarto.
_ Anda tómate el agua y ya aprovecho para darte el trankilium de la noche. Tómatelo, abre la boca Humphrey
_ Porqué me das más pastillas del Tranki, ¿quieres que duerma una semana completa?
_ Anda, tontaina, tómate lo que me ha dicho el médico de guardia, y no hagas demasiadas preguntas. ¡Así! No jodas más, que tenemos mucho que hacer en las galerías.



Hace un rato:



Han pasado las horas y me filtran que se han llevado a Louis Valente detenido, por alguna fechoría que habrá cometido el muy truhán, me ha dicho Echenique, que iba diciendo que no se lo llevaban por cortabolsas, iba gritando: “No me detienen por ladrón”

Se lo llevan por criminal, ha tendido por el cuello a Expósito hasta dejarlo sin resuello. Cuando le colgó, me dijo: _tú no vayas ahora a descolgarle, que debe secarse completamente. Tiene un tipo de piel que si no se desagua bien quedan rugosos y lo tendrían que planchar. Así para la hora de la cena esté seco y alisado._ Le hice caso.

 

Quería apuntarle que si lo dejaba de esas posturas se le desecaría la lengua, porque la boca la tenía muy abierta, desde luego los dientes de oro, se los han arrancado a lo bestia. De quejarse poco. Le habrán chutado otro disparo de Tostakium a la vena y los ojos le han quedado abiertos y torcidos. Antes de palmarla se meneaba como un bacalao, pero no quise meterme en sus cosas, porque ese Valente, es la ostia y nos quiere confundir a todos.



Con toda esta historia, a mí me ha guindado una corbata, porque no sabía cómo ahorcarlo y sin pedírmela, de mi armario ha pillado la más hermosa.
Mientras anudaba el cuello en las rejas de la celda, me decía_, luego te toca a ti, ya verás que guapo te dejo_, y ha colocado al pobre Expo, como si fuera un guiñapo, los pies le cuelgan y no puede respirar. Un zapato se la caído, lleva los calcetines rotos. He cerrado los ojos y me he tapado la cabeza con una toalla para no enterarme. Cuando he despertado, ya se lo habían llevado más frito que un pimiento.

Dentro de un rato, me han dicho que tengo visita de un tal George, no sé quien es ni le conozco, ya veremos si no he de mandarlo donde “comen los cerdos”. No necesito ni consejos ni zarandajas. Igual es el amigo de Valente y viene a pedirme que le cuente el secreto que me había confesado Expósito, que le juré por Dios y por la Virgen que no se lo diría a nadie de este mundo.


_ ¡Mira, por dónde me vienen a buscar estos cabrones! ¡Dejadme tranquilo! ¿Venís a lavarme, colgarme y secarme?
_ Humphrey, buenos días. Tienes buen aspecto.
_Dónde me lleváis, ¿a ver a ese carcelero barato?
_ ¡Sí! Quiere vernos a todos, por lo de Expósito.
_ ¿Por lo de Expósito? ¡Que le ha pasado! ¿Aún no está seco?
_ ¡Pues mira que ha estado rato patitieso! ¡Sobre todo la corbata es mía! No vayáis a hurtarla y se la quede Don Pere Bucare, que ese tiene mucha pasta para comprarse las que quiera.
_ Tranquilo que llegamos pronto y verás que bien te sienta, estar un rato en el despacho del jefe.


Me acarrearon a la fuerza al despacho del Director, es un tipo secreto, muy artificial con las personas que son de fuera, muy traidor y sinvergüenza con los internos, entre él y el servicio de enfermería, de vigilancia, con todos los tercios, tienen negocios comunes, o intereses que ellos mismos sabrán.

_ Hola ¿tú eres Bogart?
_ ¡No! Y tú ¿eres tonto? Me llamo Humphrey, más bien es mi segundo nombre, el tercero y el quinto no te los pienso decir.
_ Soy George, agente especial de la Brigada de Criminalística
_ ¡Qué miedo! ¿Verdad? Si no me porto bien, o no converso lo que queréis oír, me dejareis sin postre.

Algo gordo debe ocurrir, en otras ocasiones cuando dices estas temeridades te cruzan la cara de un guantazo y veo al director más “cagado que un recién nacido” Ni se ha meneado de su silla ¿estará bueno este tío? Mírale todo lo valiente que parece cuando me atiza con ese trozo de madera que guarda en el cajón de la mesa de su despacho. Ahora es una víctima de las locuras de los cuerdos.

_ Déjate de idioteces y contesta, si no quieres que te mande un baño fresco a manguera doble. Como te llevabas con Expósito, ¿erais amigos? _ preguntó con energía el criminalista.
_ Expo, era un tipo legal, muy amable, me trataba bien, aunque era floji lengua, ya sabes no le duraba un secreto ni un minuto. Pero, más de uno le tenía manía, porque decía siempre la verdad y sabía muchas cosas. Él y yo, no estamos locos, lo parece, pero no estamos dementes.

_ ¿Es que tú, me vas a mentir, no vas a ser tan sincero como tu amigo Expo?
_ No creo. ¡Qué hago aquí! ¿Estoy acusado? Los malditos sicarios sois vosotros, pero no te mentiré. Te pareces a Colombo, tienes sus ademanes y además llevas muy cerril esa gabardina. Solo que tú tienes dos ojos ¿Quieres que te vacíe el izquierdo? Así aún te parecerás más al teniente.
_ De que conoces a ¿Louis Valente?
_ Es un socorrista de los malos y un educador de “medio pelo” de los que tiene preferidos, se le nota mucho su favoritismo, es partidista y le falta liderazgo. Del último que llega, a mí no me ha demostrado nada en todo el tiempo que llevo de interno. Me trata con desprecio, solo le apetece hablar y que le escuchen, además es pesetero y asqueroso.

_ Tu amigo Expósito, ¿era de los que le caía bien?
_ De Expósito, se aprovechaba y además llevaban asuntos privados.
_ ¿Qué tipo de asuntos?
_ Oye porqué le preguntas a un loco, ¡Estoy loco!
_ Anda cojonazo, no seas idiota y quédate solo con la paranoia parlanchina. Después te daremos algo que te gustará. ¿Qué asuntos se traían entre manos?
_ Louis es muy interesado y además muy frescales, embauca a la gente, con grandes cosas, para después pagarles con la indiferencia.
_ ¿Cómo le conoces tanto?
_ Es un falsario como todos vosotros. ¿Crees que no te tengo calado a ti? Los locos, los niños y los borrachos, decimos la verdad, las cosas como las vemos y a la gente explotadora, como las deshonestas enseguida las calamos.
_ ¿Tenía deudas Expósito con Valente? ¿Qué motivos le llevaron a salvarle de la piscina?
_ ¡Qué sé yo! Los motivos que tendría Louis Valente con Expósito.

Tuvo que ahogarlo en la piscina, para luego delante de todos salvarle el culo. Después de toda esa comedia, acarrearlo con astucia hasta la celda para acabar colgándolo en la reja con mi corbata y en mi presencia.
Me apuesto que ha dejado indicios para cargar la culpa a quien imagino. Además jefe; como un interno puede tener negocios con nadie, si aquí lo confiscan todo. ¿Deudas? De qué tipo, ni un real tenemos en el bolsillo.

¿A qué jugáis? Creo que ya sabéis lo que ocurre y necesitáis algún pobre para cargar con las consecuencias.
_ ¿Quién imaginas, que ha inculpado en este astuto Valente?
_ Pregúntale a Thanit, una asistente infiltrada del manicomio, que interroga a la gente, enseñando las piernas hasta bastante arriba, queriendo sonsacar secretos a los internos, mientras le miramos las ligas. Ella igual sabe algo más, a no ser que también esté dentro de la urdimbre y tenga otros intereses. O al director, que está muy callado y me han dicho que a él, también le gusta verle el refajo.

_ Thanit, es una enfermera, ¿Crees que tiene algo que ver?
_ Thanit es buena, me acaricia cuando habla conmigo, me da pastillas del color del chocolate, cuando me porto bien y cuando me ducha con agua fría, no me insulta.
_ ¿Porqué, no vociferaste y chillaste, cuando veías que colgaban a Expósito?
_ Días antes de la agresión, Expo, me contó que vendrían a darle “pal pelo” y que no me metiera, que siguiera haciéndome el loco, saldría más barato el remedio. Además él tenía muchas ganas de ir al “terreno de los callaos”. Darle fin a la película. Dentro de esta institución, mandan los poderosos, los demás, somos despojos relegados, en manos de gentuza que presumen de bienhechores henchidos de pechos. Van de relucientes por todo el bien que nos hacen, que refriegan por todos los lugares. Se jactan donde pueden tener publicidad y además cobran buenos sueldos.
_ ¿Cuál fue la causa de tu internamiento?
_ Semejante a la de Expósito. ¡Estoy loco, muy loco! La vida te pone en los escenarios que el destino marca y te dejas llevar por los acontecimientos, hasta que el rol que interpretas se apodera de ti, creyendo que es la realidad y a la sazón la corriente te arrastra.
_ Pueden condenarte con estas declaraciones por no socorrer a tu amigo. Por falta de ayuda y complicidad.

 
_ Estoy temblando de miedo. ¡También me darán matarile! Igual me conviene ¿no crees? No me hagas reír, estoy harto de fingir. ¡Más de lo mismo! Crees que podrán ajusticiarme y hacerme más daño del que me han hecho. Alegarán que estoy más loco de lo que ¿soy? Menudos problemas tenéis los cuerdos. Más te vale averiguar la verdad de todo esto amigo. Igual no te dejan resolverlo a conciencia.

Aunque aquí hay celdas libres para quien tiene la suerte de ser admitido con la etiqueta de “loco de atar”, quien no acepta las reglas de vuestras mentiras lo hacen desaparecer. Para los que molestamos primero a nuestras familias, después a la llamada sociedad, nos internan y sin juzgarnos nos condenan a las celdas, a la soledad, las pastillas degradantes y a los manguerazos de agua helada. Entre todos enterrareis a Expo y harán de esto un episodio más de sucesos de psiquiátrico y le darán silencio. Es más fácil seguir engañando y continuar amasando dinero a costa de los desequilibrados.



_ Humphrey; tienes algo más que decir, que no te haya ¿preguntado?
_ ¡Claro que tengo algo más que decirte, tío listo! Pensabas marcharte de rositas sin más.
_ Dime eso que callas, sin miedo yo velaré por qué no te pase nada.
_ Quiero que me devolváis mi corbata, la necesito para lucirla cuando me despida de este psiquiátrico.



2 comentarios:

Eduardo dijo...

Esa narrativa que te sale de lo más hondo y que en consecuencia plasmas con entusiasmo dejandonos a todos atonitos. Adelante buen amigo Emilio, lo estás bordando.

Un gran saludos

Nalda dijo...

Hola EMILIO, me gusto lo que escribistes, sabes nunca me habia puesto en pensar en el mundo de los locos, me quede sin palabras!!!!

Tu amiga Nalda.

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