lunes, 21 de febrero de 2011

El Llanto del Mar



He visto llorar al mar
desde el borde del camino
noté al oleaje desahogarse
con el murmullo del ruido

Advierto, apenada la playa
con gemido penetrante
sus lágrimas se esparcieron
y llegaron a mojarme

La arena quedó manchada
por el rímel de sus aguas
que llegaban medio turbias
traídas en marejada

El cielo roto de pena
por el gemido constante
dejó caer sus rayos
dentro de olas salvajes

La luz marchita de angustia
depuso mi alma en penumbra
me puse a llorar también
por la pena que me alumbra

He visto llorar al mar
en itinerario de tarde
sus lágrimas fueron mil
y no pude enjuagarle

Irrumpen con fuerza bruta
las olas embravecidas
sollozan exaltadas crestas
rompiendo en batientes marinas

No amaina la ventisca
los amarres diseminan
llega la brisa alterada
la mar se preña de angustia

El eco trae su tormento
que deposita en la playa
un lagrimal contenido
en la penumbra se instala

Las barcazas no resisten
ese disgusto marino
por eso revelan talante
en favor del mar amigo

El sol escondió su cara
ocultando el resplandor
en cuanto vio que lloraba
el océano en su interior

            
Pena y tristeza la del mar enfurecido
por la causa del llorar y del disgusto infringido
hasta el sol va a descansar
para no transgredir a su amigo

Las olas con fuerza arrollan
en el malecón del sur
parece que así derriben
las penas de color azul

Estrellas de la intemperie cruzan
por encima del gran charco
quieren que sea benigna
y que se acabe el llanto

Las gaviotas frenéticas invierten su agito torpe
miran desde su atalaya como resiste el mar
que le cuesta amerizar
para quedarse conforme

Tristeza de amor lleva el mar
que con tanto ímpetu berrea
será que alguna estrella fugaz
le ha depuesto la serena

Desde el paseo marítimo he visto sufrir
a esa playa tan dichosa y querida
tan nuestra, tan tuya y tan mía
deseando que sosiegue con marejadilla

La luna que estaba plena
se transforma en menguante
debe ser por el martirio
que le ha dado el navegante

Su figura se refleja en sus aguas
tiene un aspecto nocturno que difiere con el día
no comprende que su mar no la adore todavía
por ello le guiña un ojo, para calmarle la prisa

He visto llorar al mar desde el Paseo Marítimo
como suelo hacerlo yo en mis momentos críticos
la diferencia está en que el mar rompe con mucho ruido
yo lo elaboro en silencio y sin lágrimas

Si es preciso.





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