miércoles, 27 de diciembre de 2023

Mucho cuento.-. La noche desnuda. capítulo Nº 010

 

Mucho cuento.-.     La noche desnuda.


Un breve descanso se concedió para que tanto los espectadores, como los protagonistas de la siguiente proyección se situaran dentro de lo que les venía encima, que no era ni más ni menos que los diez minutos primeros de su novela, pasada a imágenes, para que el respetable, dedujera de entre las mejores. Pronto se suscitaron los avisos de ON AIR, y comenzaron los rótulos de crédito de La noche desnuda, de la autora participante Micaela Martos Roble. 

Film adaptado de la novela descrita. En la que se manifestaba dentro de su argumento la cantidad de sucesos criminales que se dan en una ciudad cualquiera, a una hora cualquiera y gravitados por la oscuridad de la noche. Acontecimientos que quedan sin resolverse, delitos impunes que se quedan sin ver la luz, y del todo sin justicia. Hechos atroces, increíbles y jamás considerados, pudieran darse tan cerca de nosotros mismos. Lejos de la intuición del gran público. 

Temática social, desarrollada en un mecanismo y unos usos admitidos, por esta sociedad, sin que nadie les de la importancia que conlleva y queden difusos en la oscuridad de la propia sombra. Muy desigual a lo que solemos ver en las series policíacas, donde los malos son castigados y siempre luce la verdad, dejando a las leyes como garantes de justicia. Cuando en la realidad, muchas agresiones quedan sin resolverse, puesto que ni siquiera se tratan como tales.

Barbaridades referidas a la cuantía de incidentes peligrosos por trifulcas dadas en las salas de fiesta, con la mediación del alcohol y de las drogas, de los traficantes y de los abusos que existen entre camellos y consumidores. 

El trato de personas y la desaparición de innumerables mujeres y hombres, por motivos, que jamás son hallados, ni vivos ni muertos. Al no haber existido una denuncia y quedar en olvido como si careciera de importancia. Vicisitudes que se esconden en las tinieblas de nuestra imaginación.

Proyección que una vez expuesta en la sala, fue porfiada y dejó una especie de amargor muy ácido entre los asistentes, por la dureza de las imágenes y lo impropio del lenguaje usado por los protagonistas. Realidad palpable y un sentimiento desangelado.


Amanda apareció con su belleza innata, entre los preparativos del siguiente corte de video, anunciando fueran anotando las impresiones y preferencias que iban descubriendo en cada una de las entregas proyectadas y correspondientes a los capítulos de la competición, de la autora derivada del proyecto y de una historia inventada, que a la vez pudiera ser real. Sobre la problemática de los vientres de alquiler en la Europa industrializada, con indicaciones de ciudades fantasmas, en nuestro suelo patrio, que se podrían ver envueltas en ese tráfico de alumbramientos, mientras las miradas miopes del pueblo acusan a otros países como permisivos autores de semejantes realidades. Procesando el desamparo de quienes desean alumbrar y no les es viable, por la propia naturaleza. Ni por leyes reguladoras que les amparen. 

Deseos de quienes anhelan procrear sin posibilidad natural, y a toda costa quieren conseguirlo, dentro y fuera de la ley, pagando cantidades ingentes a mafias que atesoran el suficiente número de madres que se prestan a ser inseminadas, de forma irregular. 

Avalados con permisos extra oficiales, con un final fatal. Jugando con la decepción con que se encuentran algunos de los futuros padres, al no tener final feliz y acabar la historia tal y como ellos la habían soñado y abonado.

Con la particularidad que los recién nacidos, en alguno de los casos, se encuentren desatendidos y desamparados. Venidos a un mundo falaz, sin protección ni amor, por parte de su madre biológica, y sin poder llegar a tramitar su adopción, al desestimar los padres adoptivos el seguir adelante con ese hijo, por arrepentimiento y cesación.

Video, complicado que el conjunto de espectadores, no quiso o no llegó a entender, sin querer entrar en la dinámica que la vida a veces caprichosa muestra.



To be continued
En el capítulo nº 11 del relato: Mucho cuento


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