Creyendo ser un artista
me puse en disparadero.
Se me vieron las aristas
intentando ser sincero.
Apretó la periodista,
enseñando el monedero,
quería ser muy purista
y al final le vi el plumero.
Aclarando en la entrevista,
fui diáfano y severo,
yo no soy un trapecista
y, por sencillo, modero.
Siendo menos moralista
consigo lo que yo quiero.
Parecí un Congresista
En el mensaje postrero.
Muy educada y simplista,
carecía de salero.
Demostró ser panfletista
cuando le puse en sendero.
Me dijo usted; ¡Y ya sin pista ¡
Parecía un vocinglero,
y no pudo la humorista,
poner letra en noticiero.
Sin palabras ya no chista.
No aprecié, ni considero,
que pudiendo dar la pista
faltó tono en su tintero.
A veces soy tramoyista
con sueños de surtidero,
quisiera ser mayorista
y de amor morir, espero.
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