Para vivir así, casi prefiero...

La célula durmiente del Zamarrica, en Sao Paulo, recaía en una mujer muy guapa y vistosa, que vivía en Cretas, pero no la famosa Cretas isla. ¡No para nada!

El espía se refería al pueblecito de Teruel, precioso, el que elabora unas pastas fenomenales y una repostería suculenta.

De allí procedía la conocida y preciosa criatura, en el mundo del entretenimiento como “Dory”, llamada realmente Dorotea Foz Santjaume.

Belleza de condiciones naturales, muy valorada, que sin esfuerzos, se llevaba de la calle a la cama, con facilidad a quien le interesaba y se propusiera.

Tenía un encanto en su ..., bueno dónde fuese, ¡Pero sí! Tenía encanto

También sabía llevar, de la cama a la cárcel, a los «sisebutos» o sea; a los listillos que descubría manchados por corrupción, ya que era agente doble y jodía a los malos.

Su implicación era máxima, siempre que fuera personaje importante, falsario, sinvergüenza, traicionero, o chantajista, los frustraba. Eran cualidades que a ella le ponían y así es como le gustaba trabajar en sus distancias cortas.

Sonsacando, en este caso con mucha gracia una importante noticia, apremiante sobre la enfermedad que se mantenía hacia años en Europa y estaba matando a medio mundo. 

En aquella ocasión y sin levantar sospechas, con el disimulo que ejerce una agente secreta de postín y educada en las mejores escuelas inglesas.

Buscó el clandestino informe, dentro de la cabeza del que tenía desnudo sobre la colcha, que no era ni más, ni menos que un ex Presidente de la Community of the Europe, huido de su país por problemas de deslealtad y se la envainó suave. 

Cotorreando poco antes de eclipsarse, después de una caricia intencionada de Dorotea, que en algún lugar, le propinó adrede, para que corriera, y explicara que ya, tenían la solución para curar de verdad aquel maligno virus. 

Tratándose de las ciudades de Sao Paulo y Rio Janeiro, donde nadie podía imaginarse tenían la fórmula disuasoria de enfermedad generalizada, ideó la manera para que les llegara a quienes harían el bien con aquella fórmula.

La que habían suministrado con mucho éxito a los alcaldes de grandes y pobladas ciudades, y a la clase política de todos los Congresos de Senadores.

Todos ellos manchados y corruptos, y que Dorotea, sabía de buena tinta, porque habían tenido relación de una u otra forma con el cuerpo de la guapa Dory. Sacándoles a todos información para a posteriori medrar, con ella.

Pretendían esconder el bulto de sus manifestaciones falsas, con segundones que daban noticias irreales, para hacer creer al mundo que pronto nos íbamos a sanar todos, con la solución vírica que habían compuesto.

Sin ser real. No había tantas dosis en el mundo para todos y claro los primeros que la probarían eran ellos, que son los que tienen que salvar al resto del mundo.

Después que se habían cargado los bares de toda la nación. Salas de diversión, Cines y teatros, bailes y discotecas.

Algunos decían que ya nada valía la pena, sin la barra de la esquina, sin echar la cerveza, sin sentarte en la terraza y comer unas gambas. Era todo multas, denuncias y mascarillas.

A las diez de la noche se impuso el TQ, ya no quería decir: Te Quiero.

Ahora significaba Toque de Queda. 

No podías reunirte con más de seis amigos, con mas de seis familiares, con mas de seis; si no ibas en el metro como una morcilla de apretado.

En vez de políticos nos mandaban payasos, si de aquellos que un día decían persianas arriba, y al siguiente volvían a decir persianas abajo, como en las películas de los comediantes graciosos.

Se acabaron las salidas a comer a los restaurantes, y los viajes preparados, todo se hacía a distancia, desde lejos, sin tocarnos, sin besarnos, sin abrazarnos.

 En fin, que consiguieron que la muerte fuera mas atractiva que la vida.

Pasaron cien años ya corría el mes de marzo del año 2120 y de la gente que pasó la Pandemia de hace cien años, no quedaba nadie. Se los cargaron a todos en los seis años siguientes. Cuando todos creían y decían…. Para vivir así, ¡Prefiero la muerte!