lunes, 13 de marzo de 2017

Les Hores. Un lujo para la literatura


La tarde estaba preparada para que se celebrara en la Librería Les Hores de Sant Boi, la presentación de la novela: El váter cósmico.
Los detalles estaban concertados con el amigo Sergi, el librero que nos volvía, a abrir las puertas de su "precioso rincón especial de letras ilusionantes" para que pudiera retornar con mi segunda novela, antes citada.
Inauguré ese Capitolio literario, de Les Hores, situado en el Saint Boi histórico, en noviembre del año 2015, con mi primer trabajo Me bajo en Triunfo, del cual coseché docenas de ilusiones y una línea a perseguir por la cual pasados los meses, vuelvo a reencontrarme en esta magnifica librería, agradecido a los propietarios por dejarme ese púlpito y poder presentar al mundo mi nueva novela.


Bien es sabido que es muy difícil, ¡mucho! tratándose de letras, de libros, de cultura en general, y en sábado después de la sobremesa, moverte de tu zona de seguridad, abandonar el sofá y menearse hasta el lugar que me han citado, tras haber pasado por una comida que activa de forma inanimada la siesta manifiesta y aguda, de muchos de nosotros.

Duerme vela acogida por las tradiciones ancestrales, o porque nuestro organismo así lo decide, ¡Es muy difícil!: Cuesta mucho ir a escuchar cuentos, por muy bien explicados que resulten.

Por esta regla sencilla, de los muchos abnegados sufridores, habidos sobre la capa corpórea de la tierra, en ese ínterin que les reflejaba. "...Que palo; menear el cuerpo"
Los seguidores se lo piensan y muchos de ellos declinan la asistencia. 
Por lo cual, me esperaba alguna de esas ausencias en las batidas praderas del escenario espectacular de la librería pero, también y lo he de reconocer, hice valer mi sentido del poder de convocatoria y a todos mis amigos, les había enviado un mensaje muy bonito y subliminal, que ellos aceptaron de buenas a primeras. 

Estuvieron presentes, compañeros que tuve en el parvulario y en la primaria, allá por los años sesenta en el colegio Balmes, después mis colegas de fatigas; los que en el servicio militar nos tocó pertenecer a la compañía de automovilismo de la propia ciudad de Sant Boi. 
Así mismo, hubo representación de compañeros de profesión, venidos especialmente a la citada y preciosa presentación en LES HORES, sin olvidar a mi propia hija, con su fruto en las entrañas, mi futura nietecita, a la cual ya pretendo colocar en el camino de as letras.


Amigos todos, los que con su presencia hacen que te sientas estupendo, aquellos que además financian tu obra, con sus aportaciones adquiriendo la novela, detalle que sin duda es siempre de agradecer. 
Los amigos de la Asociación de Poetas de Cornellá, aquellos abnegados, que están siempre a la altura, cuando las cosas no van bien, y te apoyan llueva o salga el sol, notándose su cercanía en el contagio con mi piel. ¡Como se les nota!, pero además, cuando les necesito, ahí están aunque las perspectivas no vayan tan boyantes, se les siente, se les escucha y te tocan para asegurarte que están ahí, detrás de ti...pero; están porque te aprecian y se afligen si es preciso en silencio y con su amistad impagable. 
Todos menos los políticos de mi ciudad, a ellos por lo visto no les va eso de acurrucar al elenco de escritores, pintores, o artistas sin nada a cambo, sin que hayan cámaras de la televisión local, ni micros amigos que les ensalcen en el pueblo, sin que hayan elecciones próximas apretadas, sin ruidos extraordinarios, y sin alharacas que les hagan brillar como ellos pretenden y siempre a costa del pueblo.

Otros músicos y artistas de la ciudad, también fueron invitados a participar, pero por motivos varios, tampoco pudieron asistir, unos por compromisos adquiridos, o porque tenían conciertos en otros lugares. Un brindis por ellos, y toda mi comprensión.
Estaban todos, los que tenían que estar. Hasta mi peluquero Miguel, quiso departir unos momentos en el acto. ¡Gracias a todos!


Hubieron instantes de fantasía, de magia cuando Gabriel, rasgó la guitarra y cantó unas coplillas que enternecieron a más de uno, Pedro con su dicción al uso, leyendo un pasaje de la obra, al comienzo de ella y después doscientas paginas mas adelante, Ana Isabel recitó un poema que sacó de los archivos y que puso en solfa frente a tantas personas que la escuchaban desde sus asientos o desde el lugar que les correspondió, ya que muchos de ellos permanecieron en pie durante todo el acto. 
¡Señores estaba a reventar la sala!  ¡Como estaba la plaza! 

El presidente de la Asociación de Poetas de Cornellà, intervino para decir unas palabras que le agradecemos todos, desde los intersticios del alma.

El librero y el editor, también formularon sus comentarios al respecto del autor y de la novela presentada y fueron recibidas sus palabras tal y como ellos las habían depositado en el ambiente, cálidas y con aplausos del respetable que las escuchaba.
Un acto fenomenal, para no olvidar jamás y para esperar se vuelva a repetir con los que me precederán en el uso de la libertad y la literatura. 
Repeticiones que pienso usar en esa librería preciosa de les Hores, apoyando a mis colegas y yo mismo en el momento de volver a reciclar por aquel precioso Sanedrín de las letras, de las historias, novelas y cuentos que está en la calle Torrefigueras de Sant Boi, donde os podéis dirigir en caso de querer comprar la novela.
Os dejo fotos de lo que menciono para que vosotros, que sois los interesados de estas narraciones lo disfrutéis como  merecéis.

















Gracias a todos por el esfuerzo y por adquirir el novelón.

Emilio Moreno

1 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres un tipo, tan arriesgado, tan sumamente valiente, que deberías llamarte o hacerte llamar Emilio el atrevido. Aunque a veces esa inconsciencia se paga con tu ilusión manifiesta. Un abrazo desde Chile mi amigo siempre tu anónimo en la sombra

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