Sus ojos hablan los
míos se llenan
mis ganas chocan las suyas
serenas
Su cuerpo púber, canto
de sirenas
lágrimas negras surgen,
y condenan.
Destierra tantas dudas,
se cincelan
en la piel surcos, de
una luna llena
Si vendiera pedazos de
mi pena
mis venas sentiría, como
encelan.
Al perder tanto
encanto, moriría
Faltarían palabras hartas,
bellas
Impensable es, yo perecería
Quizás se agitarían
las estrellas
y yo yerto, en descenso fijo iría
cadáver y en la cruz
de las centellas
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