jueves, 5 de febrero de 2015

Sin despertar_ primera parte




Estaba trabajando en la oficina, cuando una llamada de teléfono le apartó de lo que estaba haciendo.

Sonaba su móvil, pero no se escuchaba el sonido del aparato, ya que lo tenía sin la alarma conectada y por casualidad vio como relucía la luz del visor. Con un salto de delfín llegó a tomar el móvil, antes de que se cortara la llamada.

Corrió con el celular en la mano hasta un lugar donde hubiese más cobertura y atendió al comunicante, dando paso con el pulsador verde a la voz desde el otro lado del aparato.

_ ¡Dime! Exhaló casi sin aliento, sabiendo quien era el que intentaba comunicarse.

_ Oye se ha muerto Magda

_ ¡¿Que me estás diciendo?!

_ Lo que oyes, acaba de darme la noticia, su hermana. Me ha comentado que la ha localizado la brigada policial de su sector y les ha dado mi número de teléfono, porque alega que está muy vieja y no se puede valer y menos atenderles.

_ ¿Qué es lo que ha pasado?, si parecía hace cuatro días, para fin de año que estaba tan bien.

_ No lo sé, se la han encontrado muerta en su casa. Parece que algún vecino ha dado la alerta a los de Emergencias, y los bomberos y la brigada, han entrado como han podido en su domicilio, encontrándosela ya difunta.

Por cierto, yo no quiero saber nada de ella. Tú que la felicitabas para su cumpleaños y demás fiestas, tendrás que arreglártelas.

_Oye, es también tu tía carnal, es hermana de nuestra madre, me parece que por lo menos, deberías echarme una mano para resolver todas estas molestias. De acuerdo que mamá y su hermana no puedan ayudar por la edad, y por sus estados de senectud, pero tú no puedes excusarte.

_ Arréglate como puedas hermano, que yo de ella hace treinta años, no sé nada y además ahora no me apetece atenderla. ¡Además no me da la gana!

Se cortó la comunicación y Eddy se quedó con la patata caliente.

Aquel teléfono seguía sin tener conectada la alarma, ya que cuando finalizaron la charla los dos hermanos,  siguió sin ser activada y fue lo que hizo tardar en hacerle pensar en lo ocurrido, ya que el celular sonó mudo un par de veces y no pudo percatarse de la urgencia y de las dos llamadas que tenía sin contestar hasta bien pasadas dos horas.

Dos mensajes de voz en el buzón de su teléfono, de la policía meridional, indicándole que estaban interesados en contactar con él, de forma urgente, para un caso de suma importancia y le dejaban un número que correspondía con la comisaría más próxima, para que se pusiera lo más pronto posible en contacto con ellos.
No eran horas, de llamarles, además sabiendo de que se trataba, espero al día siguiente para encaminarse a ir en busca del marrón.


Continuará
To be continued




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