Se cumplió la pesadilla.
No despertaba.
Llegó del monte, del mar
lluvia de estrellas soñadas
No despertaba
Que la ilusión, densa niebla
que la emoción, es mentira
No despertaba
Que tus mejillas, no hallaba
que tu razón, se esfumaba
No despertaba
Que tu pan, era mi agua
que tu risa, mi congoja
No despertaba.
Creí que toqué el final,
cuando acabó mi temblar
No despertaba
Creí sin poder rezar,
me engullían las tinieblas
No despertaba
Creí en el juicio
finito,
por el furor torrencial
No despertaba
Creí en la nada. ¡Nada!
Sin dar fin, sin esperanzas
No despertaba.
Después de tanta zozobra,
De ese sueño, desperté
Y tú paciente.
Muy despierta ¡Esperabas!
1 comentarios:
Aunque no despierte usted, a los que le seguimos nos tiene muy despiertos con sus poemas, escritos y relatos. Para el año 2015, intente mantenernos igual de despiertos. Gracias. Manuel Fernández
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