lunes, 8 de noviembre de 2010

Llámame...

Llámame iluso, pero no embustero
sería poco serio mentirte,
engañar al pueblo
a nosotros mismos
decirnos parodias en vez de versos

Los añoramos también es cierto
y los deseamos igual de concretos
podemos sentirlos, aquí no lejos
cántame una poesía un cuento
recítame un verso completo
regálame esa dicha que adolezco


Atrévete a expresar ilusiones
si los sueños callan es para no influenciar a los presagios
es ponerle distancia y paciencia a las angustias

Alégrate al cruzar la frontera de lo delicado y lo irreversible
mantener el reposo en el trazado lento de la pasión
para que sea perpetuo, indeleble , repetitivo

Arriésgate a desafiar al entusiasmo para alejar dudas
imagina tu lucidez en pleno apogeo regalando dicha
atrayendo hacia ti ese contagio del amor

Aventúrate a conquistar con energía ese detalle de dulzura
que conducen a ti, que reprochan en ti, que esperan de ti
inolvidables vivencias sin ataduras ni permisos, sin licencias

Aléjate de la frialdad, dar lo mejor de ti, regalar cariño a granel
que sientan en ti ese abrigo innegable de ternura que cedes
no te avergüences de ser claro, no dejes escapar la pasión

Asómbrate de lo poco que vale una vida con mentira
de lo infame que puedes llegar a ser por cobardía
morir sin estar en la verdad, es como vivir arrendando agonía

Admírate cuando te notes sincero, cuando te digan lo siento,
cuando percibas el aliento del que espera el momento y
con ese gesto lo ayudas a realizar su sueño


Llámame iluso, puedes hacerlo
pero es vitamina del cuerpo
de ella me nutro con ella no enfermo
no la venden con receta
ni en la farmacia, no está a la venta
es antídoto del virus de las envidias y mentiras
es fármaco contra la ponzoña,
es un narcótico un veneno

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