jueves, 5 de octubre de 2023

Un recuerdo vino a mi mente.

 


Compartió un recuerdo.

de hace ya unos años,
por una foto que me cedió 
mi buen amigo Manuel Galindo

El tiempo además de pasar, marca
y los recuerdos agradables, guarda
el resto los almacena, con tristeza.
Jamás se borran, no se diluyen,
se aferran con firmeza.
Quisiera con el tiempo ser piedra,
inalterable, de esa que es mi calle,
y que entre mi naciera hiedra,
reverdeciendo este bello valle.

Calle Codo, Valderrobres

















Es distinta, si observas; empinada,
cuando te alejas, todo es un descenso,
por ello, la conozco y, ¡Sí!, lo pienso.
Si vuelvo fatigado. No se enfada.
Siempre puedo sentarme en su bancada,
o descansar un poco, si estoy tenso.
Ejercicio no me falta, es intenso,
de ahí que me da cuota, perfumada.
Rendirse ya no cabe, es mi gran gozo.
La subo y la paseo por usanza,
la monto y la garbeo de alborozo,
y aunque mojada esté, siempre me alcanza,
porque me espera, al ser de mi; un trozo.

Es mi calle, mi suelo y, mi esperanza.





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