Yo que acostumbro, y soy de los olvidos,
quisiera hallar mi rumbo de un plumazo.
Mostrando que lo bello, es un retazo
de los poemas, con música y sonidos.
No necesito aplausos distinguidos,
rehúyo del forzoso y falso abrazo.
Prefiero pasar, sin llevar el lazo,
de una falsa mención con tantos ruidos.
No soy de los primeros elegidos,
tampoco quiero dar un puntillazo.
Ni intento con palabras, marcar trazo
dando ejemplo y por qué, de mis latidos.
Brindo por ti con los brazos erguidos,
celebro plenitud ante un frenazo,
procurando al error dar carpetazo,
y que nadie nos juzgue, por descuidos.
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