Difícil puede
ser, calificarte.
Con gracia
consentida, me llegaste,
sin esfuerzos,
cariño rebrotaste,
mi alegría
cuajada sin descarte.
Veras,
que es imposible, denegarte,
por haberme
ganado, te anidaste
dentro de
mi cariño sin contraste.
Ganando el
corazón, de parte a parte.
No es
fácil distinguirte al ser tan niña
reírme de
tus gracias por inquieta.
Evitando que
la estirpe, destiña.
Eres como
el favor que nos aprieta,
eres como
un suspiro en la campiña,
eres ni
más ni menos que mi nieta.
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