No me quejaré más. ¡Nunca por nada!
Por ser la circunstancia del momento,
y el destino que cruza el firmamento
dando o quitando, mi razón sobrada.
Fácil, tener salud tan
resquebrada,
al cabo de vivencias con tormento,
que suceden detrás de un sufrimiento
inadvertido, por una encorajada.
Mucho más, que expresar sobre el
futuro,
¡Ese que ha de venir!, llega sin ruido
y mañana será; pasado y
duro.
Defendiéndolo así; lo he
perseguido,
desde que nací hasta ser
maduro.
Después comprendí, ¡No lo he conseguido!
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