Viene del capitulo anterior:
Así
mismo, el interesado podrá desvestirse para una mejor comodidad de forma
opcional, a la hora de usar su lavabo o, con la elección adecuada en según qué
casos de no desvestirse o desnudarse al completo.
El
Schissen Lecker, o wáter cósmico, en aquella exhibición y únicamente para ello,
estaba dispuesto como; un aposento reservado con tabiques de cristal
transparentes, que dejaba ver el cuerpo desnudo, al completo. Las partes
genitales del actor en sus meneos naturales a la hora de mear. El clásico ritual
que se utiliza como norma antes y después de aliviarse en un reservado de forma
personal.
Capitulo actual : Genitales al Aire
Siendo originalmente paredes ciegas y; sin cámaras en el
habitáculo, por lo que es como en otros lugares; una comuna privada. Nadie
sabe, ni ve lo que se hace, ni como lo lleva a cabo. Lo que cada cual se palpa
y lo que cada uno a su gusto y costumbre se menea. En el caso de la
demostración todo estaba a la vista para que el público pudiera verlo
ampliamente y las acciones de los modelos que lo exteriorizaban sirvieran de
guía para el futuro usuario
El conjunto era claro y traslúcido por ser el motivo de exposiciones
y difusión, donde todos los espectadores pudieran ver claramente la ejecución.
Demostrándoles a todos los usuarios, sin cortapisas la
utilización del nuevo wáter sin la más mínima confusión y denotando el poco
riesgo que permitía.
El saludable ingenio contaba de un reclinatorio ajustable con la
altura deseada del que fuera a usarlo, con tres posiciones descritas claramente
en su panel gráfico de instrucciones. Orinar, Defecar, Lavado e Higiene.
Se exponían netos con letras y dibujos para incluso entendiera,
aquel que no supiera leer, con la intención de que fuera muy cómodo y sencillo
en su manejo y con una luminosidad llana, para las diversas culturas que lo
disfrutaran.
Gráficamente definida, tanto por pantalla, sin sonido y
exactamente igual; al que lo prefiriera; ser dirigido por voz, semejante a la
de un GPS de coche, que se ayudaba, con un timbre femenino, o masculino según
opción, haciendo de pauta perfecta a la hora de utilizarle.
Situaba en el receptáculo y acomodaba de unas palas elásticas
súper dúctiles y de tacto anatómico, como si fuesen apoyos o ayudas que
facilitaban el tránsito intestinal humano, hurgando en el conducto del esfínter
auxiliando a la circulación fecal. Conociendo por unos sensores adaptados,
cuando era el momento oportuno de la secreción, por lo que de forma automática,
se apartan, retirándose en el momento de la defecación.
Esa opción está pensada para ayuda a las personas que van muy
restriñidas y les cuesta obrar con facilidad. Ya sea por el motivo que fuere, y
lo hacen de forma repetitiva provocando la necesidad de expeler, una vez ha
sido palpado de forma táctil y precisa las zonas recurrentes.
Con esa ayuda dispensada por el retrete cósmico, se auxilia y
facilita la evacuación que recorre desde el recto al colon, haciendo la
deyección mucho más ligera, y sorteando carencias y disfunciones fecales.
Usando un sistema que ayuda a destaponar los orificios genitales corporales dejándolos
más dilatados y abiertos por el sistema que usa una avanzada tecnología, que consigue
que la locomoción abdominal, recorra sin dolor en su ruta hasta llegar al
aposento o palangana de recogida.
Las manos mágicas del equipo, ayudan al proceso, oprimiendo
suavemente la cintura y evitando hernias inguinales o estomacales.
Al consumar la excreción, entra la marcha de higiene y limpieza
y unos apósitos que no son más que un sistema articulado, muy semejante a los
cinco dedos de una mano por su textura, calidad y semejanza.
Fabricados con mucho gusto y parecido, con un tacto semejante a
la epidermis humana. Se diría que es una extremidad humana, fabricada con la
semejanza y el pH de la piel de persona. Esos dedos hábiles entran por todos
los ojetes habidos y desembaraza la saturación o sobras de cualquier residuo
derivado de la evacuación de las heces.
Dejando el interiorismo anal completamente saneado, limpio y
desinfectado por los detergentes contenidos en la fórmula del equipo.
Finalizando su secuencia, con un suave y acaramelado plus, que
impide tufillos hediondos, evitando cualquier semejanza o comparación, con la realidad al salir de un retrete.
Una vez estuvo relajado y a la indicación del parlante vendedor,
conectó la primera opción, indicada en el panel del equipo. Escuchando al
instante, una voz que le decía en su idioma, donde estaba, la hora y agregaba un
saludo agradable y una secuencia de tratamiento en la elección que debía pulsar.
El display del lavatorio le ofreció marcar; la opción de_: orinado común y
aguas menores. Indicando de nuevo el proceso.
_ Para disponerse a evacuar, por favor siga las siguientes
recomendaciones_ dijo aquella voz metálica y sensitiva_ relájese y pulse
inicio.
Cheo, el actor se aproximó frente al polígono transparente, y
una vez en su interior, ya desvestido, completamente desnudo, sin ningún
titubeo y enseñando las pelotas, expuso visiblemente sus genitales al aire, sus
nalgas destensadas, bajando sus manos por debajo de la cintura, en busca de
sujetar su pene, de forma que pudiese apuntar y dirigir el chorro del orín
dentro del cubículo que recogía los deducidos del riñón.
Hasta que la micción dejó de ser continuada, para llegar al
goteo tradicional en los hombres tras un chorreado más o menos potente y
enérgico de salida. Gotas de orín que fueron recogidas hábilmente por el
equipo, con sus aspersores laterales.
El actor hizo también uso la posibilidad y sentándose en la
pitra para la modalidad de mear sentado y recogido al estilo de las damas, acomodándose
en una amplia taza blanca e impoluta.
Cheo siguió los pasos indicados y una suave brisa impropia se
apoderó de su estado dejando de darse cuenta que todo un patio de butacas le
estaba viendo mear, que muchas de ellas, de las señoras espectadoras, estaban a la mira examinando con ojos
de disfrutar al ver aquella visión a modo de película. Comprendiendo
perfectamente las imágenes que se mostraban en aquella praxis.
0 comentarios:
Publicar un comentario