En
los confines del mundo
los
navíos de Cortés,
esos
buques de madera
cortan
el viento al revés
Un
relámpago de fuego
prende miedos sin querer,
marinos
desconcertados
rezan
a la virgen con fe
El
milagro se perfila
proa
y popa del bajel
todos
van a la deriva
el
prodigio está por ver.
Una
centella fulmina
la
fragata al amanecer
alcancemos
aquel rumbo
la
tierra ha de aparecer.
Bucaneros
desalmados,
bandidos
y malhechores
dejaron
la nave tinta
con la vida de los hombres.
Milagro
¡tierra a la vista!
Gritó
la voz del timonel
entre
el lio de la turba,
que
combate por emerger
A
mitad del desembarco
brillan tal cual, los aretes,
brillan tal cual, los aretes,
espadas
de fino acero
de
Toledo, estiletes
La
muerte muy angelada
vestida
de azul celeste
traspasada
con ventaja
por
espadas y floretes
Don
José de Zaragoza
prende
muerto en el pescante,
su
pecho lleno de heridas
parten
su corazón grande.
Aquel
capitán marino,
encontró
la muerte errante.
Por
salvar las tropelías
del
marinero mercante.
Cortés
con la armada llega,
Por
cubierta aparece
hervores
de sangre mana
triste
canción ya silente.
¿Quien
mató a Zaragoza?
¿Quien
es el que le dio muerte?
Han
matado a mi hermano
Dijo
Cortés tristemente.
1 comentarios:
Historia que se repite por tantos lugares.
Saludos.
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