martes, 20 de noviembre de 2012

Paseo por Tous


Tras los preparativos de la partida, el recoger a los viajeros excursionistas por los lugares acordados, entramos en la carretera con destino a pasarlo de “película”, ya todos acomodados en sus lugares respectivos.

La llegada al restaurante de L’Ateneu de Sant Martí de Tous, fue alegre. En primer lugar para tomar potencias. El desayuno, que dadas las 9,30 horas, era buen momento para retomar fuerzas para todos y cada uno de los andarines. Un buen “bocata” de jamón nos puso a tono, que escoltado por un vasito de vino de la casa y un café, orientó definitivamente la marcha a los caminantes, para recorrer la población con la ayuda del guía local, que nos instruyó de casi todas las efemérides habidas en la villa, desde la fundación de aquel pueblo allá por el siglo primero de nuestra era. 

Tous tradición agrícola y cultivo del vino, hasta que llegó la filoxera en el siglo XIX y arruinó todas las viñas, al estar muy cerca del Penedés y a pesar de que son muy parecidos los sabores y los tipos de cosecha, La  zona_, según Xavi, guía local_, los caldos del Anoia carecen de la denominación de origen y no pueden competir con los famosos vinos y cavas del citado Penedés.

Motivo más que fundado para sembrar hortalizas, y todo tipo de legumbres y cereales: trigo, cebada, maíz, centenos y avenas. _ Datos recogidos del guía oficial 

El “Pagna” _según nos cuenta el guía_, era hijo de una mujer que provenía de Francia y cuando le preguntaban dónde quería estar; ella pronunciaba con acento raro el nombre de Espagna, y tanto fue así que a su hijo, delincuente y bandido, ya lo bautizaron con el apodo del: “Pagna”. Ya desde niño despuntó dotes de malhechor, entrando en los campos a robar fruta destrozando cuanto veían sus ojos. En una ocasión, fue aprehendido por un agricultor en el momento de sus fechorías y fue tal la desazón y agravio, que marcó al malandrín, al cabo de los años, se vengó de aquel hombre que le reprendió por sus desmanes, llegándole a quitar la vida, como resarcimiento y venganza. A su propia madre, en una reyerta, le descuajeringó de un bocado parte de su cara, en un soberbio mordisco que le propinó. 
 

Ahora en la población usando todas esas anécdotas explicadas de boca en boca. Cuando un jovencito no se porta demasiado bien, o parece que se sale de sus naturales cauces. Suelen decirle: Acabarás como el Pagna. 

El Castillo, data del año 960, por ello se cree que toda la zona estuvo poblada desde antes de esas fechas. En el año 1960 se celebró el milenario del Castillo. Se construyó como fortificación contra los Sarracenos.

Estas leyendas que nos fueron suministradas por el guía local, contienen un sabor a medieval que transciende sobre el turista que las escucha, por su interés en el contenido.

 

Otra frase célebre que muestra “Tous”, es la pronunciada por Beatriz de Vilanova esposa de Bernat de Tous  señor feudal y terrateniente. Grabada sobre una piedra yace para que lo lea el viandante: “Si yo hubiera sabido que era tan bueno el pan de “mestall” revuelto con nueces”. No envidiaría del Rey la Corona, y seguiría siendo señora de todos_. Frase traducida al castellano, intentando mantener el mensaje ofrecido.

 
El paseo finalizó con la proyección de las diapositivas en el Centro Cultural de la Villa y tras esa demostración de lo más significativo de Tous y de la zona del Anoia, nos ofrecieron un ágape, a base de embutidos y vino autóctonos, que todos los que tuvieron ganas degustaron. 
 Quiso llover, pero se quedó en nada, el tiempo nos respetó, detalle que es de agradecer, sin embargo, después de tanta enjundia, andar más para que…
Nos acomodamos en el Ateneo y esperamos con paciencia, llegase la hora del almuerzo.  

Una “escudella bareixada” y pollo, nos dieron con los dientes en la carne y pronto comenzaron los animadores del Ateneo a cantar para que el personal fuese encontrándose más acomodado en la mesa. Unas mesas donde podían alojarse una docena de comensales. La cantante, una rubia esbelta, con una minifalda más corta que las mangas del chaleco de un mosquito, se paseaba a lo ancho y largo del salón comedor, con el micrófono inalámbrico asido en su mano derecha, animando y repartiendo besos a todo el que la miraba. Llegamos a la hora del brindis con Cava y al sorteo de las cestas que cada autocar le correspondía.
 

Canción ligera, pasodobles, y música del momento, interpretaron y dejaron caer para que los cuerpos sin azorarse, sin prisa pero ale…  ale, fueran llegando a la pista central. Hasta que se abrió la veda del baile, pronto se rebozó de parejas que enroscadas bailaron a los acordes de la embrujada música.

 

Ya saben ustedes aquello de: Apriétala, que es sorda.
 

 
 
 
 
 

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