Fiel se defiende
el hombre civil.
Frente al selecto cuerpo,
de la mujer galana.
Firme y ceñido.
¡Manténgase erguido!
Hechuras y reservas,
aunque ganas tengas.
¡Que no se ofenda!
Ni se humille tu honor.
Ante tanta hermosura.
El hervor dispensa.
Silueta de sirena
la cola se enreda.
Moje la sangre… ¡Arda!
Por venas espesas.
Ante sus carnes revienta
de placer y complacencia,
quien no ha soñado
despierto,
verla en la alcoba abierta.
Dejar escapar por inercia,
las fuerzas que entregar
debo.
No es sacrificio y
quiero,
dar placer al cuerpo
entero.
Prefiero darle homenaje,
a tus bellezas mostradas.
Ser apasionado paje
y con seducción disfrutarlas.
¡No hablas!
¿No dices nada?
Aunque lo quieras.
¡Callas!
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