jueves, 15 de noviembre de 2012

En mis manos


Tengo un libro en las manos,
no sabes que regocijo.
Acariciar y leerlo
con el mejor de los mimos.
 

En silencio nos regala,
lo que inserto va plasmado
para que tengamos claro,
mientras se lee, lo expresado.
 

Blancas hojas,
tinta negra,
Hay variedad, ¡por fortuna!
Relatan historias, poemas,
cuentos y canción de cuna.
 

Sobrio y perenne argumento,
tratado en su contenido.
Jamás cambiará de opinión,
porque así se quedó escrito.
 

Privilegio acaparo,
poder leerle despacio
y si algo no comprendo,
porque no llego, o soy tardo,
puedo volver a leerlo.
Hasta que lo deje gastado.


Jamás levanta la voz,
ni nos mira descarada,
es escritura y no habla.
En verdad, no le hace falta,
por ello puede ojearla,
las veces, que tenga gana.
 

En las manos tengo un libro,
que nutre lo inadvertido.
Guiando al que desea,
dirigiendo su sentido.




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