En todos los caminos de este mundo hay personas admirables, que aún y
haciendo extraordinarios esfuerzos para llevar cualquier manifestación de la
Cultura por donde ellos transitan, quedan disimulados a todos los que no
estamos cerca de ellos, sus grandes logros y sus desvelos por la música, las
letras, o el arte en general. Porque nadie les da ese necesario y propicio
patrocinio, que les haga llegar allí donde hay miles de personas que de saber
de sus cualidades y dotes, bien harían por llegar a recibir ese insinuado primor,
que pretendo darles a conocer desde este mi balcón de: lo
que siento…
http://youtu.be/9p5fdxwfBzE
Por ello hago énfasis y le pongo el sentimiento que merece, dejándolo escrito
con grandes letras. Este es el Caso de Rafael Millán
Tejedor. Un hombre sencillo y trabajador, bellísima persona y gran
cantador de “Jotas Aragonesas”. Reconocido y homenajeado en su pueblo natal y
en los alrededores, más diría si me lo permiten. Ha cantado sus jotas y ha
llevado al grupo Aires del Matarraña, por la España profunda, y por gran parte
del extranjero próximo a nuestras fronteras, ni que decir tiene; la de veces
que ha actuado dentro de Aragón y Cataluña, donde ha dejado fehacientes
muestras de ese arte de canción tradicional. El “Folclore” bien cantado.
Ha sabido transmitir a los jóvenes, para que éstos aprendieran la técnica
del afine de la difícil modalidad y hacerles tanto a ellas, como a ellos,
extraordinarios intérpretes del arduo arte de la expresión, representación y carácter.
Rafael, comenzó ahora hace 53 años. Se dice pronto. Toda una vida, y lo
hizo a los acordes de una bandurria y después de una guitarra, en lo que acabó
también interpretando maravillosamente la jota cantada.
En estas fechas de agosto del año 2012, cuando se cumple el quincuagésimo
tercer año de su dedicación a este difícil y precioso cometido, cuando todo su
pueblo: Valderrobres le rinde merecido homenaje, tras su estupenda trayectoria.
Llegando cantadores de todos los pueblos limítrofes y alguno incluso de más
allende. Para rendir y felicitarle.
Interpretando cada cual su jota en el precioso recinto de los jardines del
Castillo Valderrobrense, siempre acompañado por una rondalla fantástica que
hizo vibrar a los que tuvimos la suerte de presenciar el espectáculo.
Compañeros de folclore, alumnos ya creciditos que aprendieron a cantar la
jota bajo la tutela de Rafael, agradecieron al gran Cantor, y reconocieron su
hidalguía, su arte y su amor por las tradiciones fundamentales del cante
regional y por ensalzar a la “Jota”, baile y cante, dejándoles donde les corresponde.
Qué buena música escucho
viene del valle precioso
la canta Rafael Millán.
El mago del Matarraña.
Aquel que entona la jota,
mejor que nadie de España.
Dicen que comenzó mocito
tentando una bandurria chica,
siguió con la guitarra maña,
cantando jotas y delicias
a su mejor bailarina: Alicia
que todavía acompaña,
por los pasajes de la vida.
Rafael Millán, trovador
de tantos y tantos boleros,
aun le queda pasión
para regalar plenos tarareos.
De ese canto de emoción,
que provoca sueños nuevos.
Tu pueblo te ha demostrado,
y homenaje quiso rendir,
con ese abrazo sentido,
a modo Valderrobrense.
A ese jotero vibrante
¡Que todo el mundo enardece!
Por tantos años, ¡Gracias!
por emociones y recuerdos,
por tus dotes de maestro,
por la merced del cántico,
por embajador de la jota.
¡Las Gracias te da tu pueblo!
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