viernes, 31 de agosto de 2012

Dos días de retraso

 
 
Esta es la historia de un hombre que celebraba dos cumpleaños, cada mes de agosto
¿Y  cómo puede ser esto? _. Podréis preguntaros_. Si lo normal es; que nazcas únicamente una vez, y el resto del tiempo se emplee en ir degradando cuerpo y días hasta que te llega la hora de partir a ese paraíso prometido.
 
Allá por la década de los cincuenta del pasado siglo, en la población de “Nodetermines” de la región más austera del país: “Intemerata”, muy cerca del río Guadaguitarra, moraban unos padres muy despistados, que se llegaron a casar debidamente y en el más estricto cumplimiento de las leyes morales y religiosas de la época. Cuando todo daba miedo, era pecado y vamos a ocultarlo para que la gente no critique.
 
Días en los que encontrabas un cura por la calle y no sabías donde meterte, además de besarle la mano aunque no se la hubiese lavado y bajo la presión de sus miradas, sin contar con las respuestas a las privadísimas preguntas que pudiera osar en hacerte.
Días en donde lo que dijese el patrón era palabra santa, sometidos en todo, obedientes y educados, para que no se molestase y reclamara algo que aún no hubiere descubierto para poder apretar las clavijas de lo que llamaban vida tranquila.
Días tan libres para todo, que hasta los pájaros nos tenían dentera por los corsés que se usaban tan invisibles, que no se advertían. La gente no veía, ¡solo miraba! de refilón. Nada de preguntas no sea que levantes polvareda, imposible expresarte de forma civilizada, como si la opinión justa y coherente, no valiera nada más que para meterte en “Chirona”
 
Fechas también, para los aprovechados, que engañaban al mundo dándose golpes de pecho, como si fuesen los más castos, honrados y primorosos, cumpliendo los domingos como fieles cristianos y a la hora del reparto del “Racionamiento”, se quedaban con la mejor y mayor parte, aunque los demás se quedaran sin nada.
Fechas de trabajo bien pagados por el jefe y a cambio, le regalabas la fidelidad, llevándote a casa para después vender todo lo robado más barato, haciendo creer al comprador cualquier absurda mentira para llenarte el bolsillo a costa del pobre.
Fechas desatinadas y sin sentido. Daba igual en la parte que te encontrases, así habían enseñado al pueblo, con tan poca educación suministrada, con el miedo al palo, con la huída de los castigos y con la envidia que sigue militando en la primera división del ranquin.
 
 La criatura nació en un entorno estupendo, sin embargo, ilusión,…  lo que se llama ilusión y alegría por la buena nueva, ¡No hubo!  ¡Fue tan real!  que hasta el recién nacido pudo advertir, que llegaba o dos días antes o hubiera tenido que retrasarse en llegar cuarenta y ocho horas más tarde.  A la hora de inscribirlo, llegaron las ¡Ay madre mía!  ¡Qué hacemos con este asunto!
 
Unos y otros, nadie se hacía cargo de reconocerlo, las horas pasaban pero nadie tomaba la decisión de acercarse al registro y dar de alta a aquella criatura. ¿Igual pretendían que fuese dos días más joven? y si ¿Fuese lo contrario? y de haberlo inscrito en su hora, ¡Lo jubilaran mejor!
 
¡Pasó igual que en el chiste de Jaimito!
¡Oye Felicidades!  ¡Happy!   ¡Ah…gracias; es pasado mañana!
¡Oye Felicidades!  ¡Happy!   ¡Ah…gracias, fue antes de ayer!


Os dejo un video de las Fiestas para que lo disfrutéis. Esta es una buena orquesta
pinchar el enlace y dejaros ir, soltaros con la música y pensar en que
No somos nadie y menos en calzoncillos.

 

 


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