Cuál es su realidad, ¡La mentira!
Por ello, a ti te observo y escucho,
en silencio. Tu afonía inspira.
Cuando te disfrazas de aguilucho.
No confío de aquel que conspira
del que disparando sin cartucho
y sin motivo se ancha y estira.
Falseando certezas sin achucho.
Harto de oír lo falso, ¡Con ira!,
y engañado confié, por el mucho
hartazgo, al mentir cuando suspira.
¡Quebrado quedé!, y por ello lucho.
Cuando indagues ¡Si es capaz y mira!
Abre los ojos. ¡Verás lo ducho!
De la doblez que siempre respira,
¡Dañosa como rasgo que embucho!
abril, 2024.
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