Zarandeas
en mí, con tu concordia,
cuando entendí
la fuente de tus poemas.
Plañidos llenos
de rimas extremas,
gemidos y
quejumbres con tragedia.
Y los
recordaré, por la rapsodia
del mensaje
sublime, y los dilemas.
Citas que,
sin arder, prendes y quemas.
Bella voz, onda
dulce, así la entonas.
Verdades a
granel, las que tu esbozas,
frágiles, de
pincel. Son ya burlonas.
Notarte ya
es placer, y así destrozas,
un ente visceral;
que no abandonas,
porque tus
odas, viajan en carrozas.
27 marzo 2023
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