domingo, 12 de julio de 2020

El estruendo del silencio.




Consuelo en mi silencio, grandes penas.

Ese, que sin decir, tanto propone,

la ausencia del sonido que dispone,

y así, remuevo mis blancas arenas.


No demostraré mi sangre en las venas,

ni reprocharé, a quien descompone

una falacia, y siempre condicione.

La verdad y mentiras por condenas


Con valor añadido recurrente,

por no levantar mi voz, que mantiene,

anónimo el secreto, de mi mente.


Orgullo que no encuentro y no se tiene,

por norma en el silencio de la gente

con la privacidad real. que conviene
















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