Fue el pasado 18 de junio, habíamos finalizado nuestras reuniones de Escritura Creativa, llegando al final de la etapa de este 2010, todos habíamos cumplido con nuetras espectativas, ha sido un año de nuevas amistades, de conocer nuevas tendencias, de escribir mucho y bonito, de establecer otros vínculos, en una palabra de comenzar a caminar por los senderos de las letras, con la ayuda de esos Ángeles Custodios de la imaginación que caprichosos se aparecen y que serán los que pondrán la alfombra fantástica para pisarla mientras viajas por esas poesías, cuentos y narraciones. El impulso ha de ser constante, la fe ha de mantenerse intacta y recia, se ha de beber cultura de todos aquellos sitios donde la suministran y estar prestos a la oportunidad que nos regala esa magia de querer expresar, de esa pasión y conmoción que nos ata a la pluma, para que cuando nos visite, estar activos y subirte en marcha al tintero de las grafías. Los componentes de las tertulias han aportado además de su majestuosa impronta, su colección de virtudes que han segregado ese devenir de buenos momentos y mejores ratitos que, bien dosificados en nuestros encuentros semanales han dejado esa simiente que has cultivar en parcelita privada.
Ahí los veis, disfrutando de una cena en Can Ruslan, un: tipical mediterráneum tortosino, dónde el embutido se sirve colgado de la rama de un olivo. Dispensad porque ya veréis la susodicha ramita sin atisbo de chorizo, morcilla, salchichón ni jamón, el hambre de estos amigos estaba fuera de toda duda y dieron buena muestra de sus creaciones literarias y gustativas. Alrededor suyo he podido aprender detalles, tan numerosos como edificantes los cuales me ayudan a ser más natural y espontáneo.
0 comentarios:
Publicar un comentario