¿Sabemos distribuirnos las metas?
A veces pienso que dejamos pasar muchas oportunidades sin darles la atención que merecen.
¿Piensas que no es cierto?
En una ocasión dejé pasar un tranvía que circulaba a poca velocidad frente a mi y desde el interior una estrella me llamaba y me decía ¡Ven! no temas ¡Ven! que te llevaré dónde siempre has querido estar.
¡Dudé! ¿No fui valiente? Mis deseos querían tomar aquel ferro pero mi interior me frenaba y me decía tienes obligaciones que cumplir. Me quedé y lo dejé pasar, mientras veía como desaparecía entre la encrucijada de las calles.
A menudo, pienso en aquel momento, cuando las cosas no las puedo virar, cuando no me veo con fuerzas de continuar y recuerdo aquella llamada ¡Ven! no temas ¡Ven! que te llevaré dónde siempre has querido estar.
¿Donde he quedido estar siempre?
Sabiendo que la palabra siempre es un si prolongado, sin final, es un ¡Sí a cualquier cosa, es una afirmación a cualquier duda.
Estoy aqui, sin haber tomado el tranvia del deseo, por ello seguiré o trataré de comunicarme contigo que si lees estas letras es por algún motivo.
Gracias y nos comunicamos.
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