jueves, 19 de abril de 2012

Tan solo

¡Sí! Lo pienso y lo replico.
Has perdido mucho garbo,
desde que te internaron ¡Dicen!
 ¡Por tu bien!  Invento raro.

Familia preocupada,
aquellos que por ti velan,
dejarte tan olvidado.
Así no les molestas.

Descorazona verte,
enfermo y avejentado.
No te conozco mi amigo.
Te encuentro desmejorado.

Fuera de lugar y ausente.
apenado, intransigente.
¿No me esperabas?
¡Soy tu amigo! ¡Vine  a verte!

Tus ojos miran cansados,
sin prisa, ni luz. Lejanos,
una lágrima vislumbra.
Soledad y desamparo.

Tristeza sin paliativos,
la salud se ausentó.
Desde que te ingresaron,
la enfermedad se cebó.

Es la falta de cariño
que pronto se desplegó.
La libertad y el sentido,
 se esfumaron sin pudor.

Vacío, en la Residencia,
en tu habitación oscura.
Como ha cambiado la vida
de eso no cabe duda.

El cariño de los tuyos,
al principio no faltó,
relaciones a diario,
se olvidaron ¡Por favor!

Visitas de quince en quince,
el tiempo modificó.
Los plazos se retardaron.
Como se atrasó el reloj.

Solitario y desdeñado,
en la Residencia Mayor,
junto a otros veteranos.
Sufriendo de desamor.

Esperas junto a recuerdos,
alcanzar tiempo mejor.
De llegar, tan solo llega,
disgusto y resignación.





1 comentarios:

SHE dijo...

dicen que los amigos se conocen en la carcel o en le hospital, pocos son los que saben corresponder el valor de la amistad.

Bueno pero siendo positivos, en la recidencia
se pueden si se quierfe hacer nuevas y mejores amistades no es así?

Celebro tu inteligencia y buen corazón al tomarles en cuenta.

bello escrito.

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