sábado, 25 de septiembre de 2010

Entre Cavite y tú, una milla marina.

Hablaba entre dientes, sin demasiadas ganas de contar, posiblemente ni tenia la certidumbre que fuese un hecho real.

Son de aquellas historias que se cuentan de padres a hijos, de las que se hablan en las noches de invierno, mirando al fuego, se desata la lengua y dialogas y discutes sin sentido mientras miras como se consume la leña de la chimenea.

-No lo he dicho nunca, siempre me ha dado un poco de cobardía explicarlo, pero mi abuelo era tratante de blancas: en la línea Cartagena, Cádiz, Cavite.

-Y tú ¿Cómo lo sabes? Preguntó el hijo, con esa mirada de misterio que suelen reflejar los curiosos, anhelantes de sensaciones fuertes.

-Digamos, que lo sé, por filtraciones de la familia. Aunque no se solía hablar del tema.

-Te quedaste sin padre muy joven ¿verdad?

-Sí, ni le conocí, creo que yo tenia tres años, y él 35. Cuando se mató

-Eso he escuchado en alguna ocasión; pero que hay de verdad en todo eso

-Dicen que circulaba por un camino angosto, en una bicicleta, una noche de lluvia, que por lo visto caían chuzos de punta, y se despeño, por el precipicio y quedó frito.

-¿Quieres decir que diluviaba? , ¿Dónde se dirigía? , y ¿en bicicleta?

-Esto debería ser sobre el año 1928, cuando ocurrió, regresaba a su casa, entonces vivíamos en Cartagena.

-Pero, mira: no lo encuentras un tanto raro, y ¿nadie le vio?, ¿nadie le echó en falta?, muchos enigmas. ¿No?

-No es eso, antes las cosas eran de otra manera, los padres no tenían esta confianza y este trato que hoy en día se les da a los hijos. Además hablo por lo que han contado los que vivieron el episodio.

-Pero, ¡qué me dices ¡ …ya está: punto y final; o sea, quiero entender que nadie le buscó, y os quedasteis tan frescos.

-Al cabo de un par de días le encontraron muerto; igual se desangró. O se dio un golpazo en la cabeza, y así quedó cocido en el momento.

-Bien, eso lo dices tú, pero también podemos pensar, que se tiró voluntariamente, que tenia algún problema, y quiso dejar de protegeros, porque datos reales, ¡no tienes!


Se miraron a los ojos; levitaba cierta pena, y una indudable desazón, una infancia a la usanza, de las que se padecían en aquel tiempo, un desconocimiento brutal de los pormenores familiares.

-Mira, no lo sé, yo según dicen era muy crío, no tengo conciencia de haberlo vivido nunca, y jamás supe los detalles, desde siempre en casa, han contado el suceso como una casualidad, pero no se más.

-Y porque me cuentas esto ahora. Así de sopetón

-No lo sé, no había tocado este tema, ni siquiera con mis hermanos, ni con tu madre

- ¡desde luego sois la ostia!
Me hago cruces, de cómo se llevan las cosas en lo que tú llamas familia, es que no teníais corazón, no os queríais, ¡erais una especie de salvajes!


Se abandonó en sus recuerdos, y dejó suelta la lengua, mientras el fuego consumía la madera, que astillosa y húmeda repiqueteaba, haciendo saltar chispas al crujir en su contacto con el fuego. Clavó sus ojos en las brasas y comenzó balbuceante…
fragata Sarmiento
“Mi padre era periodista: corresponsal de guerra, de uno de los periódicos de la época, y venía de una familia, que por lo visto tenían perras y campos. De hecho, parece ser que tenía algún hermano más, y todos ellos, estaban instruidos, eran bachilleres. Según me dijeron el tráfico y trata con mujeres, lo había comenzado el tatarabuelo, que se enroló en unos de los barcos, con trayecto a las Filipinas, y había llegado a ser un pirata de esos que cruzaban los mares.
Entiende; llamarle pirata es un modo; no imagino: llevara parche en el ojo, ni pata de palo. Sería uno de esos sinvergüenzas educados, que son los peores. Al llegar a las indias: se instaló en Cavite, y las juergas el mujerío, y los excesos eran lo acostumbrado, hasta el punto que llegaron a negociar con hembras indígenas, trayéndolas a España, para venderlas, cambiarlas. De ahí hizo el dinero.
No sé muy bien, si mi padre, vivió la infancia allá en esa ciudad de la provincia Caviteña;
junto a la bahía de Manila, desconozco si se educó en España, o si se casó con alguna aborigen o contrajo matrimonio con una muchacha española, ni tampoco se dónde hizo la carrera, ni mucho más. Al faltar tan pronto, y desubicarse la familia en tantos lugares distintos, se perdieron los detalles, la relación, y el contacto. Pero lo que es cierto, es que el abuelo tiene su partida de nacimiento en Cavite”
De repente, acabó la explicación, volviendo a la realidad.

-Entonces este relato que cuentas, no obedece a la pura verdad, parte de él lo has imaginado o lo disfrazas como te viene en gana. ¿Es así?

-Si… así es. Un cacho de lo que cuento, es ensueño mío, como yo lo he creído durante todos estos años.

-Tu padre quedo viudo, y se volvió a casar, según cuentas ¡claro!
Y de tu abuela paterna ¿quién habla?
¡Creo que sabes menos de lo que parece!


-¡Baahhh! Dicen que en su primer matrimonio, tuvieron una hija, que murió, pero tampoco se nada de la esposa, desconozco la suerte que corrió, la abandonara, muriera o hubo alguna historia inconfesable.

-Y que más me dices, de esa relación con su primera mujer, porque algo tendrás que ¿contar? ,
O… no conviene airearlo.

-No sé más de lo que te cuento.

-¿No sabes más, o no quieres hablar más?, Que…
¡Es lo más fácil!

-Entonces haces que me vea obligado, a sospechar, a intuir cuando yo deba explicar esta etapa de tu vida. Porque comprenderás que esto yo no lo puedo callar, tampoco quiero dañarte; puedo imaginar lo que habréis sufrido.

-Mejor no lo reveles, estas cosas es preferible dejarlas que mueran con uno mismo.

- ¡Esto es increíble¡ y el modo de ocultarlo, en el secreto que lo has llevado durante tantos años. Esa es la confianza que dices tienes con todos nosotros.

-Es una historia que me contó mi tía, en uno de los permisos que tuve cuando estaba en el Arsenal de Cartagena, cuando hacia mi servicio militar allá por los años cuarenta y tantos…. No lo había referido jamás, porque ni tengo certezas y además porque tiene demasiadas preguntas sin resolver.

-¿Nunca quisiste aclararlo con tu madre?
¡Qué opinan tus hermanos!, no puedo comprender tanta incomunicación.
¡ Qué me dices !



Siguió charlando entre dientes ya sin poder entender nada, mientras desaparecía tras el umbral de la puerta dejándome con una sensación agria y causal.




Un tiempo después buscando, queriendo conocer, intentando averiguar y comprender parte del pensamiento del modo de vida que llevaban sus ancestros encontré:


EL JUEZ DE PRIMERA INSTANCIA DE SANTIAGO DE CUBA AVISA HABER INSTRUIDO EXPEDIENTE PARA PROCESAR AL CELADOR DEL PARTIDO DE JAMAICA DON FRANCISCO de >>><>>>…… Y de ……….
Letrado: GRIJALVA ALCOCER, JOSE
Año: 1878. Número de Dictamen: 177977. Signatura: U-09080-04321.
Palabras clave: PIRATAS DE ALTA MAR - FUNCIONARIOS - REGIMEN DISCIPLINARIO - AUTORIZACIONES - GRACIA Y JUSTICIA - COMPETENCIAS Y AUTORIZACIONES - CUBA - SANTIAGO DE CUBA



ISLAS FILIPINAS; PROVINCIA DE CAVITE.


Plano Físico

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