lunes, 11 de diciembre de 2017

Con una estrella soñando o, quizás fuera...



Me quedo con el gusto de tus labios__pensaba mientras conducía su Chevrolet Delivey, rojo del sesenta__Lo iba imaginando en su subconsciente creativo y diverso.
A la señora Martha no la conocía en persona.
Es cierto que había mantenido con ella, unas conversaciones por teléfono desde la lejanía y había nacido cierto “feeling” entre ambos.
Una relación amigable sin que entre ellos mediara posibilidad de verse, un repertorio de coincidencias entre aquellas dos personas que se caracterizaba por ser muy positiva, sin explicitar qué elementos intervinieron para trasvasar y convenir en tantos puntos de vista. 

Jamás la había tenido delante en persona, ni existía la posibilidad de verse desde lejos. Imposible, mediaba un par de Océanos entres ellos.
No fijaba su estatura, ni su enjundia, jamás había estado departiendo a su vera. El pensar que la pudiera sujetar entre sus brazos, era algo ficticio, tan irrealizable, como trazar una carretera entre dos islas.
Ni tan siquiera sabía como era el olor corporal que desprendía.


Para poder seguir leyendo todo el relato, pincha en el link de más abajo y podrás disfrutar de una histroia que te hará sudar, aunque no seas caluroso.


https://emiliomorenod.blogspot.com.es/2017/12/sonando-con-una-bellida.html





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