sábado, 4 de julio de 2015

El water cosmico _ tan desnuda como puedas imaginar



Los preparativos se sucedían entre bastidores los delegados de la infraestructura de la empresa del Wáter Cósmico, la Schissen Lecker, ganaban tiempo y se firmaban acuerdos para poder hacer la demostración en Managua lo antes posible, contratando lugar, forma y fecha para aquella iniciativa única, por poseer todos los condicionantes de la magna demostración. Un lugar llamado el Gallo más Gallo, que se ubica bastante céntrico en el perímetro de la capital Managüense, cerca de la librería Angélica.

Demostración que además contaría con el concurso de Cándido y de Cheo, que habían sido contratados por la firma, para que actuasen tanto en Nicaragua, como en Tacna en Perú.
Estando todo ello patrocinado por el buen hacer de Manolo García de la Serrana, habiendo observado lo profesionales que son este dúo, por la actuación que había presenciado él mismo en compañía de Mechthild en el Teatro Nacional Rubén Darío.

Los directivos de la firma, Natalio, la frau Anguela y Jürgen, ya llevaban unos días en tierras americanas y ya se habían hecho con el horario, con las comidas y sobre todo con los néctares afrodisiacos que acaparan aquellas latitudes, encantados de aquellas bacanales libertinas con todo tipo de recreos poco conocidos por ellos y esos tragos cortos y duros que se metían entre pecho y espalda, hacía que pareciera todo, fuese sobre ruedas.

Lejos de su hábitat, ellos esperaban acontecimientos positivos y encadenar aquellas presentaciones en el continente americano, además de darse un homenaje a su cuerpo a costa de la empresa y de los vaivenes de la partida de ventas y propaganda, en base a expandir aquel invento que sin dura cambiaría la forma de ir al excusado.

Tanto se habían acercado las confianzas de los tres responsables, que Anguela, con la maestría de mujer que le caracterizaba, había seducido al que siempre fue su oponente en la empresa, al que jamás pudo convencer ni coaccionar en los negocios y estrategias. Al director  de materiales infraestructura y distribución, que siempre le discutía sus intervenciones y nunca pudo convencer en los despachos. Como por arte de fascinación en el altiplano y tan de repente, súbitamente estaban cambiando el riguroso Natalio y la displicente Anguela, querellas por caricias y desprecios por arrumacos, que les mantenían las madrugadas acoplados entre sí. Evitando levantar sospechas al marido que adormecido y achispado disfrutaba del pisco generoso de la zona.

Aquella berlinesa, se comía a Natalio, y este dentro de sus pensares no quería demostrar que todo aquello se le había escapado de las manos, y se le había ubicado en la hendedura junto a sus testículos. Aquel vigor inusitado en él, que ahora y con ella, se había transformado en fiereza y potencia, era algo que no notaba hacía años.  Estaba como un niño con un juguete, y su destemplanza era semejante a la de un  follamigas. Tampoco es que él por sus propios medios, y conclusiones pudiera discernir en nada y menos tan desnudo como lo agitaba aquella mujer, que sabía muy bien donde tenía que manosear, besarle y chupar.  Conocía de primera cual era su trabajo y lo que buscaba, además de sexo, dominio.

 La frau con sus relaciones íntimas lo había puesto extrafino filipino y más tensionado que las tetas de la famosa Chicholina, con las venas a punto de reventarle, sobre todo las del cuello, por los mejunjes que lo habían llevado al estado de potencia máxima. Por ello Natalio, no era dueño de sus actos, ni de voluntad lo masturbaba una y otra vez y no le dejaba sosegarse, mal traía una y otra vez sus deseos, sin dejarle pensar, sin que se pudiera vestir y sin dejar de gozar de un sueño inacabable y repetitivo.

Natalio, ensimismado por su placer extraordinario jamás vivido, disfrutaba de los destellos de aquellos inmensos pechos descolgados de la amiga, de sus grandes nalgas y de un especial mimetismo dado por los herbajes que le había hecho aspirar y por la intravenosa que le había suministrado para que no perdiera la fuerza sexual, la tensión en el pene, ni el capricho por amarla una y otra vez.

Al mismo tiempo y en consecuencia al vicioso de Jürgen, lo tenía bajo los efectos de una morfina sintética depravada, que la lista de la frau, preparaba por sus conocimientos adquiridos cuando estuvo dentro de las acciones y los planes de Lebensborn; que además le servía para mantenerse lubricada, mientras Natalio reposaba renovando impulsos. Ella la ninfómana suplía  y reemplazaba a Jürgen para que la montara, apagando así, su insuficiencia obsesiva de sexo permanecido.
Orgasmos controlados e incesantes, delicados y felices, saboreados con infinita placidez, desde la pura felicidad y por un desatado sexo, a la carta y con deleite de la propia frau.

Aquel documento que Ángel había dejado en la recepción del Hotel Princess, donde les indicaba el lugar de la reunión con la dama y virginal Glenda, para la concreción del lugar donde se llevaría a cabo la demostración, aún no había sido inspeccionado por ninguno de los tres directivos, ya que ellos estaban gozando del cuerpo de Anguela.

En la capital de Nicaragua, Mechthild quiso saber porque Carla no le había avisado a su mamá, aquella noche, que se quedaría con Manolo en el Hotel los Robles, y en uno de los descansos sensoriales entre ella y Manolo, fue disimuladamente a llamar por teléfono a su amiga. Intentando descubrir cuál fue la clase de olvido que tuvo su aliada de toda la vida.
Mechthild marcó el numero del celular de Carla y esperó a que fuese contestada la llamada. Al quinto tono, se escuchó una voz ronca de Carla, que salía del otro lado del fono, modulación conocida por  la amiga, después de tantas juergas habidas en el transcurso de su amistad.

_ ¿Carla, soy Mechthild estás bien? _ ¡Ah sí mi niña, de maravilla!, ahorita, no me falta nada.
_ Te ocurre ¿algo Carla?
_ No, estoy ok, dígame usted señorita enamorada, ¿me necesitas para alguna cosilla?, ¿Como fue la primera noche con Manuel? _ preguntó Carla, aun sin saber muy bien donde estaba.
_ Fue muy bien, se cumplieron todas las esperanzas, es un tipo de una pieza, y se me antoja, justo y señor. Con sus manías y sus celos. Como todos, pero con eso ya contamos_ dijo la dichosa Mechthild_. Te llamo ahora, precisamente ahora que hemos hecho un descanso en el joder, para hacerte una pregunta y ahora que te escucho tu pedazo de voz de juerga, serán dos las preguntas, a las cuales quiero que seas sincera y fiel como siempre_ hizo un descanso para escuchar su respuesta y si lo había entendido todo, su amiga, que parecía estar pasando por una embriaguez venial.
_ Dime corazón aromatizado, dispara que veo me has descubierto, aún y sin abrir la boca, a la distancia y tan solo por tu gran mente_, le dijo Carla después de carraspear un par de veces.
_ ¿Porqué no llamaste a mamá? Para decirle que no llegaba a casa, que me quedaba con Manuel en el hotel, que cenábamos y ya nos quedábamos a platicar de tanto que tenemos que contarnos.
_ ¡Mira, fue a cosa hecha!  No lo hice porque, no sabía la reacción que tendría doña Pajarita madre, y quizás sus preguntas, no estuviera capacitada para responderlas, sin tu aprobación. Sabes de los celos de los viejos, cuando conoces al tipo que nos ha de tirar encima de una cama. No lo asimilan fácil y no les llevan por senderos positivos. Les abordan dudas, turbaciones y recelos. ¡Lo sabes! de otras veces Mechthild, no te vengas haciendo la estrecha.
Son cuestiones que pensé debías comértelas tu sola. No puedo mezclarme con tus sentimientos, contigo, con tu querido y con tu mamá, soy tu amiga, pero a la vez la que saldría menos afortunada si hubiere lio entre ustedes ¡comprendes! Ya me ha pasado contigo y con tu madre en otras ocasiones.
_ Lo sé Carla, pero confiaba en ti y mi madre, ha estado penando toda la noche.
_ No digas eso, ¡Di que no ha podido controlarte! si hubiera sido así, ella misma habría marcado tu numero de celular y te hubiera descubierto, tan desnuda como lo imaginaba yo.
No quieras echar o derramar culpas a quién te ha hecho el trabajo oculto de toda esta relación, sin llevarse alegría alguna ¡Que digo alegría! Ni siquiera relación que me quitara las penas y dificultades económicas.
_No te enfades Carla, que no quiero ofenderte, todo al contrario, en su momento pretendo agradecerte tantas cosas que igual no soy capaz de aunarlas todas.
_ Bueno tampoco echemos las cosas a rodar_, dijo Carla, limpiándose el moquillo_, somos amigas y tantos secretos y vivencias no se borran porque te hayas encoñado con un español, que no sabes si te durará ¿no crees?_ dijo Carla, esperando la segunda pregunta y teniendo ya la voz un poco mas engrasada, con un color distinto al que poseía al comienzo de la llamada de móvil.
_ Carla amiga, quiero saber otra cosa y quiero total sinceridad_ No me preguntes por Manuel_ dijo Carla interrumpiendo la pregunta, y despidiéndose de ella con un lacónico hasta pronto Mechthild.

Cándido y Cheo, se habían unido en el ensayo diario en el teatro, esperando de un momento a otro el contrato escrito para poder firmarlo, y los billetes hacia Tacna para la demostración del famoso wáter automático como ellos lo llamaban en guasa. Cheo parecía distante e impreciso, sin aquella gracia inimitable que tenía y además mostraba unas recalcitrantes  ojeras, como si hubiera pasado mala noche, a pesar de no haber estado en contacto con el ron de caña.
Sin ser molestia para detectar lo que pasaba por la cabeza de su compañero de reparto. Un buen tipo, que no podía guardar nada en la faltriquera. El ensayo de la obra siguió hasta que, en uno de los recesos, sonaron estas palabras_: no me dirás que te vas a liar con Carla, sin haber resuelto el problema con tu mujer y la niña, ¿verdad?_ dijo Cheo sin contemplaciones y mirándole a los ojos.
_ Tío me gusta, esa mulata, tiene un cuerpazo de meneo, hablé con ella y le pedí el número de su teléfono portátil, y ella me lo dio, igual le pongo.
_ No será, que quiere ir a España, y este es el mejor billete, que se le puede dispensar, y el más fácil de conseguir. Solo bajándose las bragas y haciéndote una mamadita, te tiene en el bote, ¿No crees, ingenuo amigo mío que eres crédulo como tu propio nombre: Cándido?
_ No creo, la vi en la puerta de la Embajada Española, y ¡Sí! precisamente iba a pedir la "Visa", para ir para España, parece que aquí no tiene salida en su trabajo y la tía tiene según me comentó un hijo que tiene que alimentar, y no sé que mas.

_ Pero bueno Cándido, cuantas veces, hemos hablado de esto, cuantas veces te he de advertir que en tu casa, tienes unos jaleos del copón. Tus padres deben estar de vos, hasta el puto culo y no digamos tu hija, a caballo entre los abuelos y la rusa de turno, que hace las veces de madre. No sería mejor pudieras aclarar antes que nada los temas familiares que los tienes y bastante crudos.
_ Que sabes tú de ella_, continuó Cheo, preocupado_ dime amigo, que sabes de su vida, de sus relaciones, el que sea guapa, el que esté para comérsela, no es para que lo dejes todo y te dediques exclusivamente a ella. Mira por vos, que siempre te olvidas de lo que no sabes o no puedes resolver.

_ No mira, me contó Carla, que de jovencita en su tierra en San Rafael del Norte, en una esquina de este país, ejerció sus estudios y vivía una vida feliz en el seno de su familia, todavía tiene a su papa y mama y en una de las relaciones que tuvo de juventud, quedó preñada, no queriendo desprenderse del hijo que engendraba, para nada, al contrario, parece que aquí, en este pueblo ya de jovencitas follan como lobas y acarrean con las consecuencias. A su hijo al que adora, lo lleva siempre por delante y es ella la única persona que está trabajando por él_. Cándido siguió aduciendo reflexiones relativas a la hermosa Carla_. Ahora aquí en la capital, para ganarse la vida, tuvo un affaire con un tipo que la volvió a dejar en cinta y que tras mucho padecer, les nació una niña, la que murió a las pocas horas de su nacimiento y se quedó como muy sola y desamparada. ¡Está tocada la tía!
La única persona que le echó un cable de verdad fue Mechthild, que según parece esta pajarita está bien aposentada y tiene muchas propiedades. Me contó que su padre un alemán que huía de no sé qué, arribó al país de los Nicas_ tampoco sé si después de la segunda guerra; pero puedes imaginar que será así_, y se casó con doña Pajarita madre. La usufructuaria a la muerte del padre de Mechthild, es la doña y la hija, la pajarita joven es la que está tan buena como su amiga Carla. Que a su vez es la nena que ha cazado Manolo García de la Serrana, el vendedor que para en el mismo hotel que nosotros ¡Bueno, no sé yo quien fue de caza! De momento el gasto lo lleva Manolo.

_ Joder Cándido, pero tú de dónde te sacas tantas noticias, eres un putilla pilla y mas chismoso que un cordero gracioso. ¡Anda y céntrate! Aquí; en esta nación que nos acoge; si lo sabemos hacer, puede que salvemos el culo con el tema trabajo. ¡Ya ves!, como nos han aplaudido en el teatro y a mí personalmente no me ha desagradado. Si ahora con este nuevo rollo de la promoción de los wáteres, nos toca la graciosa fortuna, puede ser el filón que andamos buscando desde que dejamos el tablón de la obra.

_ ¡No vamos a enseñar el culo veces! _ dijo Cándido de forma guasona y sin importarle un pimiento_. y cuando te vean a ti amigo Cheo; la bemba, se van a escandalizar 


to be continued
Continuará...




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